Aaron Elkins, un experto en inteligencia artificial que trabaja en la Universidad de San Diego, ha encabezado el desarrollo de una máquina, compuesta de una pantalla y reconocimiento de voz, que analiza las expresiones de la cara, la mirada y la modulación de la voz, entre otros parámetros, mediante un sistema de Inteligencia Artificial con el fin de detectar a contrabandistas, criminales y potenciales terroristas en cualquier lugar.
La máquina, conocida por el acrónimo AVATAR (Automated Virtual Agent for Truth Assessments in Real Time) está en constante evolución y actualmente está siendo probada por los servicios de aduanas de Canadá. El desarrollo de este detector instantáneo de mentiras y sospechas comenzó en la Universidad de Arizona, donde se ubica el Centro Nacional de Inmigración y Seguridad Fronteriza, un departamento de ciencia y tecnología de Homeland Security, el superministerio que creó Estados Unidos a raíz de los atentados del 11S.
AVATAR pretende ser un ayudante de la policía que ejerce el control haciendo preguntas al interpelado que debe situarse enfrente de la pantalla y analizando en tiempo real las respuestas visuales, movimientos corporales y tensión de éste. El aparato cuenta con una ventaja importante como es su tecnología no invasiva, y que no se fatiga en el interrogatorio, como puede ser el caso de las tareas rutinarias de un vigilante, cuenta con una programación que elimina los sesgos y prejuicios de los humanos.
En opinión de Elkins, el ingenio puede ser utilizada no sólo para controles de seguridad, sino también para entrevistas de trabajo, aplicación de la ley y muchas otras aplicaciones de recursos humanos. En su desarrollo más reciente es capaz de analizar los datos recogidos con técnias de referentes de datos masivos (Big Data) lo que le permite especializarla, según el uso que se le vaya a dar.
La máquina se probó hace años por Frontex
Sus creadores confían en que tras las pruebas con la Canada Border Services Agency puedan encontrar a gobiernos interesados en utilizarla. Entre 2010 y 2013, Frontex, la agencia de la Unión Europea que gestiona las fronteras realizó varias experiencias (se supone que sin éxito) utilizando Avatar, según informaciones de la Homeland Security estadounidense, que también la probó en Arizona. Su desarrollo desde entonces ha conseguido, según los investigadores, un grado notable de fiabilidad y credibilidad. La máquina, una vez detectados los signos de sospecha, termina su trabajo y son los humanos los que lo retoman, profundizando en el interrogatorio si es el caso.Quien quiera buscarle pegas al asunto, puede encontrar material informativo crítico aquí.
Este año, un grupo de investigadores británicos publicó los resultados de un trabajo en el que utilizaron inteligencia artificial para analizar casi 600 casos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre tres artículos de la Convención:, la prohibición de la tortura, el trato inhumano y degradante, el derecho a un juicio justo y el derecho al respeto de la vida privada y familiar. En el 79% de los casos, la Inteligencia Artificial juzgó de forma similar a los fallos de las sentencias. Hay un consenso general en el sistema judicial de que los tribunales en un futuro no lejano se aprovecharán de las herramientas de inteligencia artificial.