Una centena de grandes inversores institucionales, fondos de pensiones, aseguradoras y otros, que gestionan ahorro por valor de casi 2 billones de dólares, han escrito una carta a los mayores bancos del mundo, 62 en concreto, entre ellos los españoles Banco Santander y BBVA, para que se comprometan estrechamente en la batalla contra el cambio climático.
La carta ha sido coordinada por ShareAction, una organización caritativa que lidera la denominada inversión responsable y ya ha publicado una guía para la banca, y Boston Common, una gestora especializada en inversiones de responsabilidad social que asesora a fundaciones, órdenes religiosas y universidades, entre otros, autora también de un informe sobre banca y clima. Entre los inversores figuran muchas instituciones parasociales , y gestoras al uso, como las de las aseguradoras Aegon y Aviva, grupo Candriam Investors o Hermes EOS.
Recuerdan a los bancos en la carta que se estima que habrá que realizar inversiones a nivel mundial del orden de 93 billones de dólares en 15 años para conseguir limitar a 2 grados centígrados el recalentamiento del clima, y las entidades financieras jugarán un papel crucial para canalizar el dinero hacia estas inversiones. Se les pide que se comprometan a seguir las recomendaciones que a finales de junio hizo el Grupo de Trabajo sobre Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés), que había sido encomendado para esta tarea por el Financial Stability Board, el organismo creado por el G20 que vela por la eficacia y estabilidad del sistema financiero internacional.
Estas recomendaciones tienen sin embargo un carácter voluntario y obviamente si no hay presión a los bancos por parte de los inversores institucionales, que son los que compran sus acciones, no se darán prisa en incorporarlas a su gestión. Cuando el TCFD publicó el 29 de junio los tres documentos, Recomendación, Implementación y Detalles, sobre la revelación de datos financieros influidos por el riesgo del cambio climático, hubo un manifiesto de un centenar de presidentes y consejeros delegados de empresas multinacionales y bancos, que ya anunciaron su compromiso de introducir en sus memorias financieras la transparencia reclamada.
Entre las empresas que se adhirieron figuran las españolas Acciona y su presidente José Manuel Entrecanales e Iberdrola, presidida por Ignacion Sánchez Galán. Ya entonces algunos bancos se comprometieron a implementar las recomendaciones emitidas por el TCFD, entre ellos, HSBC, ING, UBS, Standard Chartered, Schroders, Morgan Stanley, ICBC (chino), Citigroup, BNP Paribas, Bank of America, Barclays y, curiosamente, el turco Garanti, filial del BBVA.
El cambio climático puede influir mucho en el riesgo de crédito y el reputacional
El banco que preside Francisco González cuenta con una eco-herramienta para evaluar el riesgo ambiental de las compañías, asignándoles una clasificación (rating) dependiente de diversos factores como su nivel contaminante o de consumo de recursos naturales o de riesgos potenciales para el medio ambiente. Este tipo de medidas y otras ya son aplicadas por muchos bancos, pero las recomendaciones del TCFD y las que reclaman en la carta los inversores van mucho más allá.
La principal petición de los inversores institucionales a los bancos remite a la evaluación del riesgo asociado al clima y su gestión a diferentes niveles. El cambio climático influye en todos los riesgos, desde el de crédito ya que empresas ‘altamente carbonizadas’ pueden verse en apuros para seguir con su actividad y pagar las deudas, al reputacional, con el activismo poniendo el foco en las entidades que apoyan a empresas con actividades insostenibles, o el de liquidez si se seca el mercado de compraventa de títulos de deuda u otros ligados a empresas incapaces de hacer una transición verde.