“Vinimos en plena crisis, en el 2011, cuando pocos inversores extranjeros pensaban en España. Ahora pasamos un momento muy complicado. Creíamos que aquí había la seguridad jurídica que garantizaba nuestras inversiones. Todavía confiamos en las instituciones, pero la ‘okupación’ de un inmueble de nuestra propiedad en Madrid, con la policía municipal presente, si hacer nada por impedirlo, nos ha metido el miedo en el cuerpo”, declara a La Celosía, Edric Capriles. Este joven analista financiero, hace de portavoz de su padre, Axel Capriles y de su tío, Miguel Ángel Capriles, los empresarios venezolanos -familiares lejanos del opositor a Maduro, Henrique Capriles- que compran inmuebles en Madrid y Barcelona. “Los del colectivo Patio Maravillas han violentado una propiedad privada y pondremos el caso en manos del mejor experto jurídico que ha llevado con éxito casos parecidos”, subraya Edric Capriles que no contempla el diálogo con los okupas.
El total de las inversiones de los Capriles en España se desconoce por la opacidad de que hace gala la familia. “No me permiten dar cifras ni de operaciones individuales ni en conjunto”, confiesa el portavoz de la familia. Edric Capriles confirma que son cuatro las propiedades inmobiliarias compradas en la capital. Únicamente se conoce el precio pagado por el edificio ahora ocupado que fue adquirido al ayuntamiento por 1,7 millones de euros, después de que no se presentara ningún interesado al precio de salida de la subasta, cifrado en 3 millones de euros. Sobre su última adquisición, el edificio donde está la sede de la Escuela de Finanzas de Analistas Financieros Internacionales (AFI), que preside Emilio Ontiveros, la familia Capriles se resiste a desvelar el importe. También niegan la información los miembros de AFI, Ángel Berges, vicepresidente y Virginia González, responsable de la unidad corporativa, que con Ontiveros figuran, según consta en el Registro Mercantil, en el consejo de la sociedad Españoleto Inmuebles vendedora de la propiedad.
Viviendas y apartamentos, de lujo y clase media
En el Registro de la Propiedad, donde aún no consta como certificada la venta a los Capriles –“no es obligatorio”, señala un funcionario a La Celosía- la finca figura tasada para subasta por un importe de 10,5 millones de euros. Comprada en 2005, como cargas figura una hipoteca en garantía de préstamo a favor de Caja de Ahorros del Mediterráneo por 8,4 millones de euros más 655.754 euros de intereses ordinarios, que vencía en 2030. En los otros dos edificios adquiridos ya se han iniciado las obras para la construcción de apartamentos.
“Confiábamos en España como un país democrático en el que invertir. Esperamos no habernos equivocado”, señala Edric Capriles. Los empresarios venezolanos tienen previsto levantar en los cuatro inmuebles cerca de 70 viviendas y apartamentos, de lujo y clase media. En Barcelona se han centrado más en inversiones turísticas.