La salida a Bolsa de Talgo conlleva una prima extraordinaria para el equipo de dirección, compuesto por 13 personas, el presidente, consejero delegado y 11 directores, consistente en un incentivo en acciones, del 4,7% del capital con un coste para la empresa ferroviaria de 135 millones de euros, según ha comunicado la compañía en el folleto de la oferta de venta de acciones. Esta cantidad correspondería a una colocación entre los inversores institucionales al precio más elevado de la horquilla, 9 y 11,5 euros. La venta de un 45% del capital por parte de los actuales propietarios, los fondos Trilantic Capital Partners, que tiene la mayoría (63%), MCH Private Equity, poco más del 16% y la familia Oriol, fundadora de la compañía, que cuenta todavía con el 20,3%, les reportará entre 554 y 709 millones de euros.
Aunque en el folleto no se especifica el reparto del 4,7%, con el coste para Talgo de 135 millones de euros, un porcentaje muy alto (en torno al 40% según nos comentan) se lo llevarán los dos miembros de la familia Oriol responsables máximos de la gestión, el presidente, Carlos Palacio Oriol y el consejero delegado, José María Oriol. El resto irá al ‘Senior Management’, el grupo de directivos sobre los que recae el día a día en los puestos de referencia de la organización, el director general, Segundo Vallejo Abad, el financiero, Eduardo Fernández Gorostiaga y su segundo, Diego Sobrón, el responsable de Compras, José Ignacio García, el director de Fabricación, Roberto Martínez, el de Sistemas, Jesús Aranda, la directora de Recursos Humanos, Yolanda Juanas, los encargados de Operaciones y Desarrollo de Negocio, Luis Henar y Fernando Aznar y las directoras, Mercedes Izarra, de Organización, y Ana de Nicolás, Comunicación y Adjunta a Presidencia. En este colectivo el reparto será desigual. La empresa fundada por la familia Oriol se ha visto forzada a endeudarse con un préstamo de 100 millones de euros del Banco Santander para atender el dispendio de los incentivos.
Una prima de incentivo al personal directivo de este calado no es costumbre en España, pero el negocio ferroviario al nivel que actúa Talgo está centrado en pocas empresas, y es necesario retener el talento. El equipo de la empresa que debutará en Bolsa el 7 de mayo debe ser muy bueno ya que la compañía publicita que tiene márgenes muy superiores a los de la competencia, y un control del gasto en los contratos adjudicados siempre en oferta muy notable. Según la compañía, de los últimos nueve grandes adjudicaciones, aquellas de más de 100 millones de euros, en ocho de ellas se ha conseguido un margen superior al proyectado.
Talgo depende demasiado de Rusia, Kazajistán y Arabia Saudí, en un momento muy malo para el petróleo y gas
Talgo afronta algunos riesgos particulares. Más de una tercera parte de la cartera de pedidos que no está reflejada en el balance del último año, que suma 3.693 millones, proviene de países con una situación macroeconómica muy deteriorada por su dependencia del petróleo y gas; son Arabia Saudí, Kazajistán y Rusia. En Arabia Saudita, Talgo parece estar bastante bien cubierto ya que por su parte no tendrá problemas en conseguir en plazo entregar los trenes de la línea Meca-Medina. Aunque todo el consorcio español es responsable conjunto de las penalizaciones que, casi con seguridad, van a sufrir por retrasos, luego se compensa entre los integrantes resarciendo al resto los responsables de las penalizaciones, según ha informado Talgo. De momento el primer beneficiado con el estreno bursátil de la empresa es su contrincante CAF, que ayer subió el 2,13%.
Resulta chocante, al menos a primera vista, que la empresa de Beasain tenga una capitalización bursátil de 1.076 millones, mientras que Talgo en la parte baja de la horquilla ya valdría 1.231 millones, con un PER muy caro, de 32 veces el beneficio. CAF cuenta con un patrimonio neto de 750 millones, frente a los 250 de Talgo, y un beneficio de 60 millones contra 38 de la del tren inventado por Alejandro Goicoechea, aunque Talgo gana casi un 10% de la facturación, mientras que el porcentaje de la competidora es del 4%. La empresa dirigida por los Oriol sostiene que hasta 2018 tiene a la vista 40 concursos en los que puede competir con solvencia, con una valoración, incluido mantenimiento del material a la venta, de 20.000 millones de euros, de lo cuales 4.000 millones corresponden a trenes de cercanías, un negocio en el que todavía Talgo no tiene producto, aunque promete que lo tendrá pronto.