Uno de los puntos más flacos de la democracia representativa es que se realiza predominantemente a través de partidos políticos que, por definición, tienen una visión totalizante de la realidad y que, por lo tanto, ofrecen propuestas de resolución en casi todas las áreas de esta realidad en la que intervienen. De este modo, su oferta electoral contiene gran variedad de políticas, tales como políticas fiscales, políticas educativas, políticas de transporte, y un largo etcétera. Ahora bien, el problema que tal aspecto de la democracia tiene es que cuando un ciudadano vota por la opción política A, le da, en teoría, su voto a toda su oferta programática, de manera que ésta se considera así legitimada para llevar a cabo todos los elementos de su programa. Artículo completo.