‘Shell Escenarios Energéticos 2050’, es una nueva prospección de la multinacional petrolera sobre el futuro de la energía, en base al comportamiento de la clase política y de los ciudadanos consumidores. La multinacional en su estudio considera dos escenarios previsibles: uno de ineficiencia en el uso sostenible de los recursos energéticos del que culpa en gran parte a las decisiones de los políticos (lease Gobiernos) ; el otro, más bonancible, prevé un uso más racional tanto por parte de la clase política como de los ciudadanos.
El primer escenario, que bautiza como Scramble (Inercia), denuncia que la clase política presta poca atención al uso de la energía más eficiente (incluso se muestra inactiva en la toma de decisiones) hasta que los suministros están a punto de agotarse. “Las emisiones de gases de efecto invernadero no se abordan seriamente y hasta hay grandes crisis climáticas”, es el severo diagnóstico. ¿Los gobiernos nacionales simplemente lucharán para asegurar sus propios suministros energéticos? se plantea el informe “Escenarios energéticos 2050”.
En el segundo escenario del estudio de Shell, denominado Blueprints (Planificación) y que sigue otros modelos en la eficiencia de los recursos, caso del agua; la multinacional destaca como, por fortuna, aumentan las acciones locales responsables para enfrentar los retos del desarrollo económico, la seguridad energética y la contaminación ambiental. “Con el apoyo de la clase política, los incentivos económicos fomentan el desarrollo de tecnologías de energía limpia, como la captura y almacenamiento de dióxido de carbono y medidas de eficiencia energética”, subraya Shell en su informe. En este segundo escenario se consiguen bajas de emisiones de CO 2 y se abre la puerta a la esperanza en un futuro sostenible. Su éxito obedecerá -según pronostica el informe “Escenarios energéticos 2050”- a la formación de coaliciones entre diversos niveles de sociedades y gobiernos, desde el ámbito local al internacional, en pos de un marco energético nuevo.
“Más energía, menos dióxido de carbono”, predica Shell
Nunca antes la humanidad enfrentó un desafío semejante en cuanto a las perspectivas sobre la energía y el planeta. Puede resumirse en seis palabras: “más energía, menos dióxido de carbono”, señala en la introducción del informe Jeroen van der Veer, presidente de Royal Dutch Shell. En su opinión si se aplica un precio determinado a una masa crítica de emisiones, lo que representa un importante estímulo para el desarrollo de tecnologías energéticas limpias, tales como la captura y almacenamiento de dióxido de carbono, así como medidas para el uso eficiente de la energía, se reducen en gran medida las emisiones de dióxido de carbono.
“Estamos decididos a proveer energía de manera responsable y a servir a nuestros clientes e inversores de la manera más eficaz posible, gracias a estos dos escenarios que nos permiten evaluar nuestra estrategia frente a una variedad de posibles acontecimientos a largo plazo. Sin embargo, en nuestra opinión, los resultados del escenario Planificación ofrecen una mayor esperanza en pos de un futuro sustentable, independientemente de la manera en que los describimos”, subraya Jeroen van der Veer.
Colaboración de la clase política, la industria y la sociedad
El presidente de Shell afirma estar convencido de que es posible conseguir los objetivos enunciados si se cuenta con la combinación correcta de políticas, tecnología y compromiso por parte de la clase política, la industria y la sociedad en su conjunto. Pero reconoce que no será una tarea fácil y que el tiempo apremia. “Necesitamos con urgencia pensar con claridad, hacer importantes inversiones y contar con un liderazgo eficaz”, apremia el CEO de Shell. En internet hay una web con su nombre y el de la multinacional en la que revelan su lado oscuro.
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