La fiscalía de Estados Unidos acusó ayer a 16 ilustres personalidades latinoamericanas, entre ellas a los presidentes de las confederaciones del fútbol en tierras de América, la Concacaf y la Conmebol, de participar en sobornos multimillonarios con el fin de conceder, entre otros, los derechos de televisión de los mundiales de fútbol y otras competiciones del deporte rey. Entre los acusados se encuentran el ex presidente de Honduras, Rafael Callejas, y el juez del Tribunal Constitucional de Guatemala, Héctor Trujillo.
Aunque ayer se difundió la información de que el FBI había registrado la sede en Miami de la empresa Media World, filial del grupo Mediapro que preside Jaume Roures, los medios de comunicación no se hicieron eco de las razones fundamentales de este allanamiento, que no son otras que la acusación de la fiscalía estadounidense contra el hombre fuerte de Roures en Estados Unidos y Latinoamérica, Roger Huguet, encargado de los derechos deportivos de la televisión del grupo para América. La fiscalía, en su largo relato de los hechos explica los sobornos pactados por Huguet con los responsables de tomar decisiones en Fifa y las federaciones de fútbol americanas para obtener los derechos de televisión de Mediapro.
En el caso ya están acusados de delitos un total de 41 personas, físicas y jurídicas, por la fiscalía, que parece disponer de pruebas de sobornos por valor de más de 200 millones de dólares. En el relato de los hechos imputados, Huguet, uno de los ‘co-conspirators’ de la trama aparece citado en numerosas ocasiones como responsable directo del pago de comisiones y organización de las mordidas, relatando con bastante detalle los pagos.
La red corrupta se consolidó a lo largo de los últimos 25 años mientras los protagonistas, directivos de fútbol y de productoras de eventos deportivos y tenedoras de derechos de televisión ascendían en el escalafón de sus organizaciones, adquiriendo suficiente poder e influencia en la toma de decisiones. En este ambiente han prosperado y florecido varias empresas de medios que trabajan en el mundo deportivo, como es el caso de Media World, fundada por Huguet en 1998, y que pasó a integrarse en Mediapro en 2006. La corrupción se convirtió en endémica con dinero en cantidades crecientes para todos dada la prosperidad del fútbol a nivel mundial.
La filial de Mediapro adquirió mucho más poder una vez que en 2012 alcanzó un acuerdo con su gran competidor, Traffic USA, para la compra y explotación conjunta de los derechos de los partidos de clasificación del mundial de todas las federaciones integradas en la Concacaf (Norteamérica, Centroamérica y El Caribe). El que fuera Consejero Delegado de Traffic, Fabio Tordin, fue fichado por Media World, para quien trabajaba hasta ahora junto a Huguet. Tordin aceptó negociar con la fiscalía el pasado 9 de noviembre declarándose culpable de un delito fiscal y cargos menores, se supone que a cambio de confesar. El hecho es que, una semana después, el pasado 17 de noviembre, fue Huguet el que aceptó la negociación con la fiscalía y se declaró culpable de disponer de una cuenta para lavado de dinero y fraude. Ambos han pagado 600.000 dólares de multa.
Hay un alto cargo y propietario de Mediapro involucrado del que la justicia estadounidense no da el nombre
Lo relevante ahora es que de las confesiones de Tordin y Huguet se puede deducir que el fiscal ha sabido que una persona cuyo nombre no ha sido desvelado en el relato de los hechos delictivos, el co-conspirator5, era informado de la actividad delictiva de Media World y planificaba con Huguet la manera de disimular los sobornos mediante contratos de consultoría, y probablemente el allanamiento de ayer tiene que ver con la búsqueda de esta contabilidad falsa. El Co-Conspirator 5 es uno de los propietarios de Mediapro por lo que son pocos los nombres que encajan con ese perfil, por no decir que solo hay uno.
La corrupción de la filial de Mediapro (grupo Imagina) puede resultar mortal para los acuerdos a los que ha llegado la Liga de Fútbol Profesional para la venta de los derechos televisivos. Mediapro ha acordado el pago de 1.900 millones de euros a lo largo de tres temporadas en un paquete en el que no está incluido El Partidazo ni el partido en abierto. Mediapro ha hecho un gran negocio en el contrato firmado con Javier Tebas, del que quizá tenga que hacerlo más transparente una vez conocidos los hechos que relata el Departamento de Justicia estadounidense. La compañía que preside Roures es la comisionista de la venta de los derechos internacionales de televisión de La Liga, y, según informó El País, ha obtenido 96,5 millones por su venta en 615 millones. La comisión, según la misma f uente, era de 50 millones de euros pactados por la venta hasta 450 millones más el 25% de la diferencia entre 450 y el total, por la temporada 2015-16, la primera de un contrato de cinco años. Dado que La Liga prevé un aumento regular de los ingresos extranjeros de 25-30 millones al año, la empresa presidida por Jaume Roures ingresará unos 500 millones por sus trabajos de intermediación.
La fiscalía de Estados Unidos busca más pruebas para imputar a uno de los propietarios de Mediapro