El Parlamento británico ultima esta semana una resolución parlamentaria que pretende sentar a España ante el Tribunal Europeo de Justicia por intromisiones continuadas en Gibraltar. España habría hecho 245 incursiones ilegales en aguas territoriales inglesas en sólo dos meses, según denuncia Fabian Picardo, ministro principal del Peñón. La prensa inglesa echa más leña al fuego al hacerse eco de una carta del embajador español en Washington, Ramón Gil-Casares, en la que solicitaba la mediación de EEUU en el conflicto, presuntamente como contrapartida a la ayuda española contra el terrorismo islámico.
La misiva del embajador español, según Sunday Express, pretende frenar una declaración institucional del Congreso de EEUU en apoyo del derecho de autodeterminación de Gibraltar. De ‘truco sucio’ califican en Londres la propuesta de Ramón Gil-Casares sobre cuya veracidad el embajador español no se ha pronunciado. La diplomacia española es acusada de comportamiento ‘vergonzoso’ por tratar de persuadir a los políticos estadounidenses a abandonar los planes para respaldar oficialmente la reclamación británica sobre el peñón. La carta, que en ningún momento reproduce como documento la prensa inglesa, al parecer expone la posición de España, incluyendo la afirmación de que la soberanía británica sobre la Roca “destruye la unidad nacional de España y la integridad territorial”.
Gibraltar tensa las relaciones
entre Gran Bretaña y España
El último choque diplomático entre Inglaterra y España sobre el peñón se produjo en octubre pasado, según recoge Asuntos Exteriores. Entonces se daba cuenta de cómo Gonzalo de Benito, Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, mantuvo conversaciones con David Lidington, ministro británico para Europa en Gibraltar. En un comunicado el gabinete del ministro Margallo afirmaba que lo que Fabian Picardo describe como ‘incursiones ilegales’ en ‘aguas territoriales inglesas’ son simplemente “actividades rutinarias de los buques españoles en aguas españolas”.
Como informó La Celosía, Albert Poggio, criado en el peñón y formado en Londres, es el verdadero estratega de la campaña que mantiene el primer ministro inglés David Cameron, contra el Gobierno de Rajoy. Este reputado consultor político lleva 25 años defendiendo las colonias inglesas en ultramar. Tras la derrota de Argentina en Las Malvinas (islas Falkland para los ingleses) tuvo un sonado protagonismo para que se cumplieran las condiciones que impuso el Gobierno británico tras la victoria. En una operación calculada que descolocó al ministro de Asuntos Exteriores, Juan Manuel García Margallo –y puesto en un envite al Gobierno de Mariano Rajoy- Poggio tensa la cuerda sobre el Peñón de Gibraltar.