Hay que buscar sensaciones nuevas como sea. La última chorrada es la apertura de un restaurante submarino, llamado Under, en Noruega. Diseñado por el conocido despacho de arquitectura Snohetta queda disfrazado con la promesa de albergar también el sarcófago un centro de investigación marina. La construcción, en cemento armado, está aposentada a 5,5 metros debajo de la superficie. Un juego de luces tamizado tanto en el restaurante como en el fondo marino facilitará la visibilidad de la fauna marina.