Una deuda de 60.000 euros contraída por negarle servicio el proveedor acaba con una startup prometedora. Un juzgado de Madrid declara en concurso voluntario a Festrip, Experiencias Musicales, S.L, dedicada a la venta online de billetes de avión, gestiones para la reserva de hoteles y entradas a festivales de música. Al no alcanzar un acuerdo con las empresas que venden entradas esta prometedora plataforma se ha visto abocada a la quiebra. Un informe de Harvard señalan que el 65% de las startups fracasan debido a errores en la gestión, no porque la idea de negocio sea mala o falte financiación.
Detrás de Festrip estaba Miguel Elizondo, uno de los fundadores de la exitosa Visual Thinking, compañía especializada en infografía y visualización de datos que cuenta entre sus clientes con BBVA, Bankinter y Fundación Telefónica. Este joven emprendedor trató de replicar un negocio con futuro que se vio frustrado por quienes debían darle servicio. “No sé qué va pasar con Festrip. Es una starup con inversores que tiene que crecer mucho. Cuanto más arriesgas más peligro tienes de pegarte una buena chufa”, advertía en febrero pasado en youtube.
Este joven emprendedor argumentaba entonces sobre la viabilidad de su nuevo proyecto. “En España somos una potencia turística mundial. Contamos con una nómina creciente y próspera de festivales de música. Hay referentes a nivel como el Primavera Sound o el Sonar y otros festivales con impacto cada vez mayor, como el BBK, e iniciativas que pretenden llevar la experiencia de los asistentes a festivales de música a otro nivel como el Vida Festival. La diferencia de un festival de música u otro viaje cultural es que implica una estancia de tres noches en el lugar donde se celebra. Eso implica varios días de pernoctaciones, necesidades gastronómicas y ofrece el tiempo suficiente para conocer un poco la ciudad”.
Miguel Elizondo es consciente de que el 90% de las empresas no sobreviven el primer año. “Una persona que ha montado una empresa nunca va a fracasar, fracasa el que se queda en casa. Montando un proyecto puedes arruinarte pero no puedes fracasar”. Este emprendedor se indigna en Twitter porque startups que pierden cientos de millones al año no paguen en España impuesto de sociedades. “Conozco muchas empresas que se han ido al garete más cuando las cosas les han ido bien que mal”, confiesa en las redes sociales.
Startups en concurso de acreedores
Hace unas semanas entró en concurso el ‘Whatsapp’ para conductores. La empresa española Person To Vehicle S.L y su aplicación Vehway se las prometían felices. “Este sistema conecta a conductores entre sí, ya que enlazamos nuestra cuenta a nuestra matrícula y a través de ella recibimos mensajes en nuestro teléfono. Vamos, como un Whatsapp pero con nuestra matrícula como identificativo en vez de nuestro número de teléfono”, explicaban sus fundadores. Desde La Celosía también se ha informado sobre la reciente quiebra de Foodinterest que pretendía convertirse en el Facebook de la gastronomía y de la suspensión de pagos de Selltag que quiso ser el eBay español.
También se vio abocada al concurso de acreedores en Barcelona, FAN News Club, nuevo medio de comunicación multilingüe con vocación y voluntad de competir con Facebook. Era la compañía más joven de la tecnología de comunicación seleccionada en el catálogo oficial del Mobile World Congress 2016.
Rodolfo Carpintier que se define en su perfil como gurú de Internet y las redes sociales, también ha sufrido tropiezos en su dilatada carrera como emprendedor. La plataforma de talento online, Adtriboo, ahora renacida con otro nombre, de la que es fundador y presidente, entró en concurso voluntario de acreedores a primeros de 2015. El fundador de Jazztel, Martin Varsavsky en mayo de 2012 decidió liquidar, tras cinco años de actividad, la sociedad de la que llegó a ser presidente, enfocada a la explotación de las energías limpias. “Lo que está por hacer el gobierno español con las energías alternativas es filicidio”, sentenciaba en Twitter.