La Fiscalía de Curazao, antiguas Antillas holandesas, estudia presentar cargos por presunto fraude contra la directiva del Banco del Orinoco. Luis Alfonso de Borbón es consejero y director de esta entidad financiera propiedad de su suegro, Víctor Vargas. El Banco del Orinoco fue intervenido el pasado 5 de septiembre por el Banco Central de Curazao. Dos días antes, la Asamblea General de accionistas de la institución había decidido liquidarlo.
Su intervención desencadenó un efecto en cadena en los bancos del grupo financiero BOD (Banco Occidental de Venezuela), propiedad de Víctor Vargas. La Superintendencia de Bancos de Panamá intervino AllBank, en cuyo consejo también figura Luis Alfonso de Borbón. La Superintendencia de Bancos de Panamá extiende por 30 días más la medida de intervención del banco de Víctor Vargas, AllBank. La autoridad toma la decisión porque los administradores no han podido confirmar si existe la plata a que hacen referencia los balances de la institución, según informa este digital. En Venezuela se intervino el Occidental, la entidad central del grupo, medida que fue retirada horas más tarde. En Antigua se tomaron precauciones en torno a BOIbank, otra de las entidades del grupo. En República Dominicana está bajo vigilancia Bancamérica, también filial del grupo financiero BOD.
En las redes sociales centenares de afectados cruzan mensajes utilizando el hashtag @estafadosbod donde deslizan este tuit: “El pomposo Luis Alfonso de Borbón viajaba a Caracas para entrevistarse con 4 o 5 clientes acreedores del BOD. Era presentado como el Príncipe. Ante semejante personaje, funcionó la estafa. Creyeron en la palabra del “Príncipe”. Lo demás es historia”. En Twitter hacen un fotomontaje de Luis Alfonso de Borbón y su suegro, Víctor Vargas, a los que tildan de estafadores.
Los clientes no pueden retirar su dinero
El BOD en Venezuela inició la captación de clientes para venderles dólares a un precio preferencial; ahora los clientes no pueden retirar su dinero. Según recoge TV Noticias, uno de los abogados defensores del caso, José Luis Alcalá, señaló que “el banco tiene muchas dificultades, porque utilizaron el dinero de los inversionistas para comprar bonos de la deuda pública nacional, bonos que se desplomaron en el mercado y no se han podido recuperar”.
La idea era que los clientes compraran dólares en bolívares y sus divisas serían depositadas en cuentas de sus bancos filiales. Unos tendrían su dinero en Curazao, otros en Panamá, en Antigua o en República Dominicana. “En Banco Orinoco en Curazao es donde ponían la mayoría de los clientes extranjeros los dólares. Casi pierdo 500.000 dólares en un negocio que estaba montando con ellos. Están quebrados. Dinero que entra dinero que no sale”, es el testimonio recogido por La Celosía de un inversor que se salvó de la quema y que prefiere mantener el anonimato.