El acuerdo alcanzado en Bruselas para establecer unos topes a la parte variable de la remuneración a los banqueros, que debería entrar en vigor en 2014, por el cual ningún banquero en nómina de una entidad con sede en la UE podrá cobrar un bonus superior al salario fijo, excepto que lo autoricen los accionistas en votación en junta y por mayoría cualificado, en cuyo caso la prima variable podría alcanzar un máximo de dos veces el salario fijo, deja fuera de la norma la práctica seguida hasta ahora por el BBVA y el Santander.
En cualquier caso, Reino Unido ya ha dicho que no está de acuerdo con estos planes, alegando que la City perderá atractivo en detrimento de plazas como Nueva Yokr, Singapur y Zurich, y que dará la batalla hasta el 5 de marzo, cuando tiene que ser ratificado por los ministros de Economía y Finanzas en el Ecofin.
La remuneración vigente en el Banco Santander, la más elevada tanto para los consejeros como para la alta dirección, es la que se aleja más de la norma general que se quiere imponer de 1-1. Ni siquiera el pasado año, en el que Alfredo Sáenz y Emilio Botín, consejero delegado y presidente ejecutivo, se redujeron el bonus un 50%, habrían cumplido la regla nueva. Botín ganó 1,34 millones de fijo y 1,77 millones de variable, mientras que Sáenz obtuvo 3,7 millones de euros de salario y 4,5 millones de prima, siendo una vez más el banquero que más gana de España.
Tampoco Ana Patricia Botín, presidenta de la filial británica, superó la parte variable, aunque por poco, 2,2 millones frente a 2,1 millones de fijo. El mayor problema lo tendrían sin duda, los otros dos consejeros ejecutivos, los hermanos Rodríguez Inciarte. En el caso de Matías, el descuadre es enorme, 1,7 millones de fijo y 2,7 millones de variable, mientras que su hermano Juan, no llegó al millón de fijo, pero superó el millón y medio en el bonus.
La alta dirección se enfrentaría a un serio problema, ya que el año pasado se repartieron 74 millones entre 23 directivos, casi 3,4 millones de media, y aunque el banco no desglosa el porcentaje de variable, parece lógico pensar que ninguno cobrará más de fijo que Botín, por lo que el bonus supera de largo el salario fijo.
En el caso del BBVA, los directivos no consejeros tienen una remuneración más modesta, repartiéndose 18 millones de euros entre 13 mandos, con una relación fijo-variable repartida casi a medias, por lo que cumplirían el reglamento. No ocurriría lo mismo con los dos ejecutivos, el consejero delegado Ángel Cano y el presidente ejecutivo, Francisco González. Éste ganó 1,97 millones con carácter fijo y se llevó a casa 1 millón de variable más 155.000 acciones, que cotizan por encima de 7 euros, pero en realidad este variable solamente es la mitad del devengado, ya que el otro 50% se paga en tres años. De esta forma, González se pondría en una ratio superior a 1-2. En cuanto a Ángel Cano, la ratio es similar, con 1,75 millones de euros de salario fijo, y otros 636.000 euros más casi 100.000 acciones de variable, que en realidad es la mitad del devengado.
El resto de grandes bancos, CaixaBank, Popular y Sabadell, cumplirían sin problemas la norma ya que apenas cuentan con un porcentaje total significativo de variable en el conjunto de la remuneración de lo consejeros ejecutivos, aunque habrá que ver si queda fuera del reglamento el fondo de pensiones, que suma muchos millones de euros. La alta dirección cobra una media de medio millón en el Popular y Sabadell, y de 1,2 milones en CaixaBank.
En cualquier caso, la equiparación de salario fijo con variable daña especialmente a los departamentos de banca de inversión, donde el multiplicador puede ser de 10 en favor del variable. Otra obligación que impondrá Bruselas es que los bancos deben detallar cuántos impuestos pagan en cada lugar donde operan, lo que desvelará las fórmulas utilizadas para optimizar fiscalmente la cuenta de resultados, y el uso que se hace de paraísos fiscales. El Santander imputa más beneficios a sus negocios de Bahamas que a los de Brasil y poco menos que a los de México.
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