Los recortes en Defensa hacen peligrar la seguridad nacional de Estados Unidos, según el congresista republicano Rob Wittman

L.C.

El congresista republicano, Rob Wittman (que en la imagen saluda a militares), califica de ‘secuestro’ y de ‘desvastadores’ los recortes presupuestarios en Defensa en Estados Unidos, decretados por el gabinete de Obama. La medida que entró en vigor  la pasada primavera provocará un efecto dominó en la economía del país. Los efectos ya se notan en la cancelación de contratos en los astilleros de Virginia, el condado que Wittman representa, enclave de la industria naval, con la pérdida de 200.000 empleos. “He votado a favor de evitar y sustituir estos recortes devastadores y explorar opciones alternativas. Nuestros líderes deben encontrar áreas de interés común y aplicar medidas menos dañinas”, subraya el congresista republicano que solicita la opinión de sus votantes y conciudadanos. Wittman está vinculado por estrechos lazos con la flota y la industria naval.

Con los recortes, más estadounidenses

morirán en el cumplimiento de su deber

“La falta de inversión hace peligrar nuestra seguridad nacional. Queremos, necesitamos y exigimos fuerzas armadas que puedan luchar y ganar cuando se le solicite. El nuestro es el mejor y más poderoso ejército del mundo, que puede proyectar paz y poder al mismo tiempo. Sus filas están llenas de profesionales que hacen su trabajo muy bien debido a años de entrenamiento y a las inversiones realizadas”, asegura Wittman que invoca el artículo 1, sección 8, del Congreso, “para proveer a la defensa común”. El congresista subraya que las fuerzas armadas se merecen algo mejor que la ineficaz gestión de la crisis en Washington, en alusión directa al presidente Obama. “Los recortes diezman nuestras fuerzas, lo que inflige un daño colateral que nuestros enemigos ni podían soñar. Más estadounidenses morirán en el cumplimiento de su deber constitucional”, advierte.

Obama anula parte de los recortes

y prepara el cierre de Guantánamo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó el pasado jueves la ley de presupuesto para los dos próximos años, votada tras una ardua negociación entre demócratas y republicanos, y una normativa sobre defensa que da un paso hacia el cierre definitivo de la prisión de Guantánamo. El texto promulgado enviará una señal de mayor estabilidad fiscal del país, tras el drama provocado por el cierre parcial de los servicios del gobierno federal en octubre. Este compromiso, aprobado a mediados de diciembre por las dos cámaras del Congreso, establece el marco de los gastos para 2014 y 2015, al tiempo que anula parte de los recortes automáticos que debían entrar en vigor el 1 de enero. Gracias a esta anulación parcial de los recortes, los gastos del gobierno federal evolucionarán al alza en 2014 tras dos años de baja histórica, pasando de 967.000 millones de dólares en 2013 a 1,012 billones en 2014 y 1,014 billones en 2015. Los gastos militares, que iban a sufrir una clara reducción, aumentarán ligeramente, mientras que grandes reformas del Estado de bienestar (programas de jubilación, salud, ayudas sociales) y del código fiscal han sido indefinidamente postergadas.

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