Los ingresos de las 10 grandes empresas de lobby se redujeron el 1 % el año pasado. En conjunto ingresaron 226 millones de dólares en 2013 frente a los 228,9 en 2012. Aunque mucho menos dramática que la caída del 10 % de las principales firmas de un año atrás, indica que 2013 no es bueno para una industria cuyo negocio está estrechamente vinculado a la acción del gobierno. El anuncio del presidente Obama de que prescindirá del Congreso para aprobar nuevas medidas no contribuirá a reactivar el negocio de los grupos de presión. Les queda el consuelo de que el gasto en lobby en Washington (centro mundial de los lobistas) se duplicó en una década , con dos años históricos, los de 2009 y 2010, cuando los dólares federales estaban siendo entregados con frenesí.
Un Congreso improductivo
merma negocio a los lobistas
La razón de esta caída en los ingresos se atribuye a un Congreso improductivo en leyes y regulaciones. “Tomaré todas las decisiones que sean necesarias sin necesidad de leyes para expandir las oportunidades”, declaraba Obama en el discurso de la Nación para anunciar que usará su poder ejecutivo para elevar el salario federal mínimo de 7.25 dólares a 10.10. Si la tendencia se mantiene 2014 se contabilizará con el menor esfuerzo legislativo en la historia de la nación. El pasado año sólo 58 proyectos de ley se convirtieron en ley. Al Congreso improductivo se unen otros datos negativos para los lobistas, como un aumento de los impuestos. Pero los grupos de presión como informa el medio que más los analiza no bajan la guardia. En Silicon Valley se encuentran los clientes que más desembolsan en acciones de lobby, a los que acudir cuando merma el negocio. En el último medio año varias empresas de Internet - Snapchat, LinkedIn, Uber, Yelp y Twitter - han contratado empresas de lobby como defensores de su política en el Congreso. Un reputado lobista como Heather Podesta, presidente de un poderoso grupo de presión, reconoce que hace viajes a California varias veces al año y que a menudo se reúne con los representantes del capital riesgo para evaluar hacia dónde se dirige la industria.
Las multinacionales necesitan
de los buenos lobistas
El negocio se ha estancado pero no morirá. Las grandes compañías necesitan más que nunca de los buenos lobistas. La división antimonopolio del Departamento de Justicia está investigando los acuerdos de fijación de precios de libros electrónicos de Apple. La Comisión de Comercio Internacional ha llevado a cabo investigaciones sobre las patentes inalámbricas de esta multinacional. Y los comités del Congreso presionan con regularidad a la compañía sobre si aplicaciones del smartphone afectan a la privacidad o permiten actividades ilegales. Apple y otros gigantes se ven obligados a desembolsar millones de dólares al año en Washington a los grupos de presión.
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