L.C.
Los emprendedores españoles son ‘viejos’ (su edad media se sitúa entre los 35-44 años), comparados con los de Europa del Sur y América Latina (25-34 años). Estos últimos incluso son vistos como mayores por los jóvenes de Silicon Valley, según documenta Alex Barrera, editor co-fundador de Tech.eu. Este español, que ha participado en el Foro de Davos, constata también como los costes de la puesta en marcha en España de una iniciativa son bastante duros. Aún actúan de lastre la burocracia, los impuestos y la seguridad social.
El perfil de los emprendedores españoles no sigue el patrón habitual de otros países. Además de superar el límite de edad, con la crisis presentan una característica autóctona: en España aumentan los emprendedores por necesidad. Estas son la conclusiones que se obtienen del ‘Mapa de los Emprendedores 2014’, obtenido tras un encuentro organizado por el Instituto de Empresa y Spain Startup. En cuanto al sexo aún es un hecho que el campo de la iniciativa empresarial es ampliamente dominado por los hombres, algo que desde Tech.eu han discutido en profundidad.
Muchos españoles emprenden para estar empleados
Barrera hace hincapié en como incluso con la ley empresarial aprobada por el gobierno, los gastos siguen siendo altos en España en comparación con otras regiones de Europa. “Esta podría ser una de las razones porqué es poco práctico para muchos jóvenes emprendedores iniciar nada por sí mismos y por qué el promedio de edad es mayor”, argumenta Barrera. También subraya como los empresarios todavía tienen una imagen negativa en la sociedad española actual y el impacto de las redes sociales en las percepciones de la Generación Y. Y pone el dedo en la llaga al insistir en la ‘falta de honradez’ de muchos españoles que no admiten que se han metido a emprendedores por necesidad.
Alejandro Barrera, experto en start-ups, tras una provechosa experiencia que le llevó a participar en la creación del hub de Madrid, fue uno de los impulsores el pasado noviembre de un encuentro que reunió a cien jóvenes europeos que buscaron en la capital soluciones al paro juvenil. Global Shapers es una comunidad de jóvenes de entre 20 y 30 años con espíritu emprendedor e inquietudes sociales. Barrera nos contesta a estas preguntas:
- En tu artículo mencionas la falta de honradez de muchos españoles de admitir que emprenden por necesidad. ¿Aumentan los emprendedores por necesidad con la crisis?
Aumentar aumentan, eso seguro. A lo que me refiero no es exactamente al que lo hace como forma de auto emplearse porque está en paro, sino a la otra gran mayoría que dice que ha sido su decisión emprender. Estos últimos no lo hubieran hecho hace 6 años. Me encuentro mucha gente que llevan 10 años en una multinacional pero siempre quisieron ser emprendedor. En aquella época no se atrevieron porque estaba mal visto. Hoy en día han visto el cielo abierto. Aunque no ha sido la necesidad per se, la situación se lo ha puesto en bandeja. Esto es diferente a la gente que se ha arriesgado desde el día 1 a emprender.
- Aspectos positivos y negativos Ley Apoyo a Emprendedores.
Es una ley que avanza hacia una mejora en las condiciones del emprendedor. Lamentablemente ha sido formulada por gente sin conocimiento del sector. Las medidas están a medio cocer y generan efectos colaterales no deseados. Cosas como las limitaciones de edad o la no retroactividad son bastante flagrantes.
- ¿En qué medida los gastos siguen siendo altos en España en comparación con otras regiones de Europa?
Los trámites de constitución siguen siendo costosos, incluyendo la necesidad de capital social tan elevado y el pago del notario. En otros países esto no es necesario. Adicionalmente el doble pago de seguridad social (para socios trabajadores) o la fiscalidad sobre las plusvalías son mucho mayores que en Europa.
- ¿Cómo cuantificas la falta de ambición de la mayoría de las startups españolas?
- ¡jeje! buena pregunta. En general se percibe claramente en dos métricas importantes. La primera es el origen y tamaño de los fondos. Las startups locales siguen levantando rondas muy pequeñas que no permiten expansión internacional alguna. Por otro lado, siguen obcecados en que inviertan fondos españoles. Las buenas startups ambiciosas buscan dinero de los grandes fondos internacionales como Index, Accel, Balderton, Highland, etc. Por otro lado, el idioma del producto es otro claro indicador. Las ambiciosas sacan todo en inglés desde el día uno, con vocación de no ponerle vallas al campo. De hecho, lo que suele pasar es que el producto obtiene tracción en países inesperados debido a esto.
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