La mala gestión del presupuesto de las instituciones europeas, del que viven 6.000 funcionarios –eurodiputados incluidos- es criticada por el eurodiputado austríaco Hans Peter Martin. En el documento ‘Los pecados de 2014’ denuncia, con nuevos datos, el lujoso tren de vida de los políticos y funcionarios. Y lanza una advertencia: en 2020, la mitad de los funcionarios del Parlamento Europeo se jubilará con una pensión media de 5.000 euros - el doble de la pensión máxima que se puede cobrar en España, 2.554,49 euros, y siete veces más que la mínima, 780,9 euros, según los cálculos de La Celosía- cuando el fondo de pensiones de los funcionarios comunitarios arroja un déficit de 207,9 millones de euros que puede acabar costeando el sufrido contribuyente. La pensión máxima que pueden recibir un eurodiputado es de 5.600 euros mensuales. Para cobrarla tiene que haber ejercido durante 20 años.
El eurodiputado díscolo exige reducir a la mitad los escaños
Peter Martin propone reducir de 766 a 450 los miembros del Parlamento, pero únicamente se suprimirán quince escaños para cumplir con el Tratado de Lisboa. El eurodiputado díscolo aporta otro dato significativo: los gastos de transporte de los políticos del Parlamento Europeo ascendieron a 40,7 millones de euros en 2012, frente a los 35,9 millones de euros en 2010. Cansado de denunciar los ‘favores’ de los lobbies a los eurodiputados, para unos Peter Martin es el Pepito Grillo de la UE; para otros sus acusaciones pierden credibilidad tras quince años ocupando un escaño y mirando para otro lado. “Lleva en el Parlamento Europeo desde el año 1999, tiempo más que suficiente para que desde los Grupos Políticos a los que ha pertenecido haber presentado iniciativas sobre lo que tanto él crítica o censura. Es una persona polémica que vive de la polémica”, según el retrato de María Irigoyen, eurodiputada socialista.
Los funcionarios del Parlamento Europeo
deben renunciar a privilegios
Eurodiputado independiente del Parlamento Europeo, Peter Martin reconoce que en Bruselas “algunas cosas sí han mejorado debido a mis iniciativas”. Entre estas menciona la eliminación del alto coste de los importes a tanto alzado para viajar, “pero el catálogo de pecados es todavía muy largo”, subraya. Considera que a la par que se exige a los contribuyentes hacer sacrificios, funcionarios y miembros del Parlamento Europeo deben comprometerse a reformas radicales y renunciar a privilegios. “De lo contrario, no hay que sorprenderse si la ira de los ciudadanos se dirige masivamente contra el Parlamento, antes de las elecciones del próximo mayo”, advierte.
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