El español Jaime Caruana ha dejado la dirección del Banco de Pagos Internacionales, la institución que establece el marco de la regulación bancaria en el mundo, los denominados pilares de Basilea, donde se encuentra la sede del BIS (por sus siglas en inglés), con un buen regalo para los intereses de los bancos españoles, ya que el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea publicó ayer un documento de reflexión sobre el tratamiento del riesgo de la deuda pública en los balances de la banca, en el que subraya que el Comité “no ha conseguido el consenso” necesario para modificar el tratamiento que se da a este riesgo.
El Comité de Basilea encargado de la supervisión bancaria inició hace casi tres años la revisión del tratamiento de la deuda pública (soberana), un riesgo que actualmente no exige provisión alguna en los balances de los bancos, a pesar de que el endeudamiento de los Estados ha alcanzado unos niveles récord y por consiguiente la posibilidad de impago ha aumentado. Alemania ha sido el país que más ha presionado para que los bancos se vean obligados a provisionar sus activos de deuda pública con el fin de que los balances sean más sanos y especialmente para que los países miembros disciplinen sus déficit encareciendo la compra de la deuda que emiten por parte de los bancos nacionales.
El BIS nombró un equipo de alto nivel para revisar el tratamiento que dan los bancos a los activos de deuda soberana, que utilizan para rentabilizarla, dotarse de liquidez y otras acciones, y recomendar las medidas que pudieran tomarse. Este equipo entregó un informe al Comité, que ha servido para que éste, tras revisarlo, publique un estudio de debate con las ideas de posibles cambios, que como hemos dicho no proclama, pero no obstante invita a ministerios, analistas, académicos y al público en general, a enviar comentario sobre los analisis e ideas que propugna “Discussion paper. The regulatory treatment of sovereign exposures”.
Alemania impondrá cambios si se quiere avanzar en la unión bancaria
España es junto a Italia el país en el que los bancos nacionales cuentan con el mayor porcentaje de deuda soberana en su activo. Un porcentaje que casi se ha triplicado desde el año 2007, antes de que estallara la crisis. En la actualidad se acerca al 15%. Durante los últimos años, con los tipos de interés bajo mínimos y poca demanda solvente de crédito, la operativa con deuda pública ha sido la que ha dotado de rentabilidad a los bancos, ya que tenían en cartera emisiones de mayor rentabilidad con plusvalías latentes constantes mientras bajaban los tipos de las emisiones del Tesoro.
A pesar de la decisión tomada por el BIS, Alemania terminará imponiendo su dictado si el resto de países quieren que Berlín acepte avanzar en la unión bancaria y una mutualización de la deuda. Berlín quiere poner límites a la cantidad de deuda pública que pueden comprar los bancos, y marcar provisiones dependientes del nivel de riesgo de cada país, lo que obviamente favorecería la venta a los bancos de deuda soberana de los Estados con mejor perfil de riesgo, por ejemplo Alemania.