Las 25o empresas incluidas en el ranking ‘Forest500’, iniciativa del Programa Global Canopy, financiado por el gobierno del Reino Unido, están actualmente por debajo de la adopción de políticas para garantizar una rápida transición hacia una economía de deforestación cero. Sólo el 7% de todas las empresas incluidas en ‘Forest500’ tiene una política respetuosa con los bosques, según el informe. Las empresas que cotizan en bolsa respetan más los bosques que las privadas, observan los autores del mismo. La española Inditex consigue una puntuación de sólo tres puntos frente a los cinco logrados por Nestlé, Danone y otras multinacionales. Agentes inversores son los encargados de evaluar el comportamiento de las compañías del uno al cinco.
La evaluación analiza a las empresas que operan en toda la cadena de suministro e incluye productores, procesadores, comerciantes, fabricantes y minoristas. En conjunto alcanzan unos ingresos totales que superan los 4,5 billones de dólares. El análisis comprende a 250 empresas, 50 jurisdicciones, 150 bancos e inversores, y 50 ‘powerbrokers” o agentes inversores. Todos los participantes son valorados por la extensión y el alcance de sus políticas de acidificación para seis commodities: la palma de aceite de soja, carne, cuero, madera, pulpa y papel. Global Canopy asegura que el objetivo de la iniciativa es mejorar la rendición de cuentas en todos los sectores de materias primas claves que son responsables de la mayor parte de la deforestación mundial. “La deforestación está en nuestro chocolate y nuestra pasta de dientes, nuestra alimentación y nuestros libros de texto, nuestros edificios y nuestros muebles, nuestras inversiones y nuestras pensiones”, afirma Mario Rautner, conductor del Programa.
Deforestación cero: un objetivo loable pero imposible
“Nuestro objetivo con ‘Forest500’ es proporcionar información precisa para medir el progreso de la sociedad para lograr la deforestación cero. Los países, las empresas y los inversores tienen el poder para limpiar las cadenas de suministro globales y poner fin a la deforestación tropical”, explica Mario Rautner. El informe subraya que las compañías de China, India, Rusia y Medio Oriente ocupan los peores puestos del ranking. Entre los países con bosques, las empresas de América Latina obtuvieron calificaciones más altas que otras regiones.
Las instituciones financieras en general, quedaron a la zaga de otros sectores, según el análisis realizado. La deforestación más grave se ha registrado para la producción de aceite de palma en Aceh (Indonesia). Los autores valoran el comportamiento de las grandes empresas como un primer paso hacia la Declaración de Nueva York que pretende reducir a la mitad la deforestación en 2020. Un objetivo que sin grandes esfuerzos, vaticinan los expertos, será imposible de cumplir.