Las empresas se maquillan con acciones de sostenibilidad que no siempre realizan. Sólo el 10% hace frente a los problemas ambientales y sociales más acuciantes como la contaminación, la gestión de residuos y la eficiencia energética que afectan a sus empleados. La hipocresía de las empresas con la sostenibilidad ha quedado al descubierto. No siempre cumplen lo que predican. Un dato revelador: sólo el 9% de los encuestados (particularmente banca y seguros), por Boston Consulting Group y MIT Sloan Management Review, se manifiestan de acuerdo con que sus empresas están preparadas para los riesgos del cambio climático. Y un apunte preocupante: las grandes compañías alimentarias, químicas, mineras, y farmacéuticas incumplen reiteradamente sus compromisos. La sostenibilidad tampoco llega a la asistencia sanitaria ni al sistema educativo en el grado que se esperaba. La encuesta/informe ‘Sostenibilidad: Próxima frontera’ resulta demodelora para las buenas prácticas empresariales.
La falta de conexión entre pensamiento y acción
en las empresas retrasa la sostenibilidad
Casi dos tercios de los directivos encuestados por Boston Consulting y MIT Sloan califican los temas sociales y ambientales -como la contaminación o la salud de los empleados-, como “importante” o “muy importante” entre sus preocupaciones sobre la sostenibilidad. Pese a que un 40% afirma que sus organizaciones están sensibilizadas con esta problemática, tan sólo el 10% reconoce que sus empresas abordan frontalmente estas cuestiones. “Nuestros resultados son a la vez alentadores y desconcertantes. Aunque algunas empresas están abordando cuestiones importantes, encontramos una falta de conexión entre el pensamiento y la acción por parte de otras muchas”, subrayan los autores de la encuesta/informe ‘Sostenibilidad: Próxima frontera’, tras cinco años analizando los comportamientos empresariales. La encuesta 2013 incluyó a más de 5.300 ejecutivos y gerentes de 118 países. Este informe, que se puede leer aquí progresivamente, se basa en una submuestra más pequeña de 1.847 encuestados de las empresas comerciales.
Pese a tan pesimista conclusión, el sondeo indica que más del 90% ha desarrollado una estrategia de sostenibilidad, en comparación con el 62% entre todos los encuestados. Un 70% sitúa la sostenibilidad de forma permanente en su agenda de gestión superior, en comparación con un promedio del 39%. Incluso un 69% ha desarrollado un modelo de negocio de sostenibilidad, en comparación con sólo el 37% de todos los encuestados.
Las empresas líderes o ‘caminantes’,
si cumplen con la sostenibilidad
La encuesta valora a las empresas líderes o ‘caminantes’, que si cumplen con la sostenibilidad, y que al identificar y abordar las preocupaciones importantes sugieren la senda a seguir. Estas empresas modelo (entre las que se destaca la papelera norteamericana Domtar) se centran en gran medida en cinco frentes: estrategia de sostenibilidad, casos de negocio, medición, modelo de negocios de innovación y compromiso de liderazgo. Por el contrario los autores del sondeo denuncian el comportamiento de las compañías ‘charlatanas’. Estas se manifiestan igualmente preocupadas por los problemas de sostenibilidad más importantes, pero abordan estas cuestiones en un grado mucho menor y obtienen por tanto una puntuación mucho más baja en los cinco frentes mencionados. Esta falta de compromiso se traduce en que el porcentaje de empresas que han establecido un modelo de negocio sostenible sólo haya aumentado del 30% al 37% en los últimos cinco años. Más de la mitad de los encuestados no han conseguido establecer un caso de negocio.
Tres grandes problemas: eficiencia energética,
contaminación y gestión de residuos
Los tres problemas ambientales más acuciantes son la eficiencia energética, la contaminación y la gestión de residuos. Sólo el 13% de los encuestados de las TIC (Tecnología de la Información y las Telecomunicaciones) consideran la contaminación como grave problemas de sostenibilidad, en comparación con el 18% en todas las industrias. Esta relativa falta de interés sugiere que muchas empresas de estos sectores no contemplan toda la gama de cuestiones de sostenibilidad a través de su cadena de suministro, incluidos los efectos de segundo orden de sus productos. Los elementos procedentes de tierras contaminadas, por ejemplo, son importantes para las pantallas LED. Sin embargo, en algunos países, como China, su principal productor, la minería no regulada ha causado daños generalizados al medio ambiente, incluida la contaminación del agua con productos químicos tóxicos y los residuos radiactivos de bajo nivel. Esta desconexión es claramente evidente en el enfoque del sector empresarial a los temas sociales y ambientales. Casi el 70% de los encuestados aseguran que las cuestiones sociales y ambientales son importantes o muy importantes para sus empresas. Sin embargo, sólo la mitad de los encuestados reconocen que sus compañías los están abordando.
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