La desaceleración prolongada de la economía china afecta negativamente a los inversores extranjeros. El pesimismo sobre el crecimiento y la rentabilidad futura ha obligado a las empresas europeas a recortar significativamente sus planes de expansión. Las primeras afectadas serán las plantillas. Un 39% de las compañías consultadas se muestra partidaria este año de la reducción de personal frente a un 24% en 2014, según la Encuesta de Confianza Empresarial de Pekín, elaborada con las respuestas de 541 empresas miembros de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, realizada en colaboración con Roland Berger Strategy Consultants.
Aunque China sigue siendo un mercado clave, las empresas europeas se mantienen expectantes y vigilantes ante la aplicación del nuevo marco regulatorio que permita la transición hacia la normalidad. La economía china todavía tiene margen de crecimiento, por lo que más de la mitad de las empresas europeas siguen siendo optimistas sobre sus perspectivas de crecimiento, aunque este número se ha reducido diez puntos de año en año. Además, casi una cuarta parte son pesimistas sobre sus perspectivas de rentabilidad. La innovación será clave para impulsar a la economía china en la cadena de valor. Sin embargo, más de dos tercios de las empresas europeas que se dedican a la investigación y desarrollo (I + D) no cuentan con un centro en China, lo que se considera un serio obstáculo para la innovación. Y las que lo tienen tienden a utilizarlo para la localización de productos.
La decepción es palpable en la comunidad internacional de negocios
Las empresas europeas consideran una mejor aplicación del Estado de Derecho como la llave para el desarrollo económico de China en el futuro. “La decepción en la agenda de la reforma de China es palpable dentro de la comunidad internacional de negocios, ya que las barreras regulatorias y los problemas de acceso al mercado no han sido suficientemente tratados”, reconoce Jörg Wuttke, presidente de la Cámara Europea. “China sigue siendo un mercado estratégico para las empresas europeas, sin embargo, como la encuesta revela, la inversión extranjera aún carece de un campo de juego nivelado. El programa de reforma en curso no ha ayudado. La apertura del mercado tiene que ser inminente”, advierte Charles-Édouard Bouée, CEO de Roland Berger Strategy Consultants.
En su informe de primeros de año el Banco Mundial ya advertía sobre una desaceleración gradual en China, que aseguraba será compensada por un repunte en el resto de la región en 2016-2017. “En China, reformas estructurales, el retiro gradual del estímulo fiscal y medidas prudenciales permanentes para frenar la expansión del crédito no bancario se traducirán en una desaceleración del crecimiento a 6,9 % en 2017, en comparación con el 7,4 % en 2014”, es el pronóstico de este organismo internacional. En el resto de la región, el crecimiento se fortalecerá a 5,5 % en 2017 con el apoyo de la solidez de las exportaciones, una mejor estabilidad política y el fortalecimiento de la inversión.
España perderá más de 250.000 empleos si la UE reconoce a China como ‘economía de mercado’