Las dietas poco saludables representan actualmente un mayor riesgo para la morbilidad y la mortalidad que la suma de las prácticas sexuales sin protección, el alcohol, las drogas y el tabaco, sostiene el informe dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles, elaborado por el grupo de expertos de la Comisión EAT-Lancet. Coincide su publicación con el lanzamiento por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de una herramienta interactiva que permite a los nutricionistas y otros profesionales de la salud ayudar a los consumidores a elegir alimentos saludables.
Si no pasamos a la acción, el mundo corre el riesgo de no cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París, y los niños de hoy en día heredarán un planeta que ha sido severamente degradado y donde una buena parte de la población sufrirá cada vez más de desnutrición y enfermedades prevenibles. La ausencia de objetivos científicos acordados a nivel mundial para dietas saludables y la producción sostenible de alimentos, ha obstaculizado los esfuerzos coordinados a gran escala para transformar el sistema alimentario mundial. Para abordar esta necesidad crítica, la Comisión EAT-Lancet reunió a 37 científicos líderes de 16 países en diversas disciplinas, incluida la salud humana, la agricultura, las ciencias políticas y la sostenibilidad ambiental para desarrollar objetivos científicos mundiales para dietas saludables y una producción sostenible de alimentos.
Los impactos ambientales de las dietas
Este es el primer intento de establecer objetivos científicos universales para el sistema alimentario aplicables a todas las personas y al planeta. La Comisión se centra en dos parámetros del sistema alimentario mundial: el consumo final (dietas saludables) y la producción (producción sostenible de alimentos). Estos factores impactan de manera desproporcionada en la salud humana y la sostenibilidad ambiental. La Comisión reconoce que los sistemas alimentarios tienen impactos ambientales en toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el procesamiento y la distribución, y además van más allá de la salud humana y ambiental al afectar también a la sociedad, la cultura, la economía y a la salud y bienestar de los animales. Sin embargo, dada la amplitud y profundidad de cada uno de estos temas, fue necesario colocar muchas cuestiones importantes fuera del alcance de la Comisión.
En los últimos años han surgido una gran cantidad de trabajos sobre los impactos ambientales de distintas dietas, y la mayoría de los estudios concluyen que una dieta rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal confiere beneficios tanto para la salud como para el medio ambiente. En general, los estudios indican que tales dietas son beneficiosas tanto para las personas como para el planeta. Sin embargo, todavía no existe un consenso mundial sobre lo que constituye una dieta saludable, una producción sostenible de alimentos y si se puede lograr una dieta de salud planetaria para una población mundial de 10.000 millones de personas en el año 2050.
“La transformación a dietas saludables para el 2050 requerirá cambios sustanciales en la dieta. El consumo mundial de frutas, vegetales, frutos secos y legumbres deberá duplicarse, y el consumo de alimentos como la carne roja y el azúcar deberá reducirse en más del 50%”, señala Walter Willett, miembro de la Comisión EAT-Lancet, y profesor MD Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.
Ayudar a elegir alimentos saludables
“Los profesionales de la salud y las autoridades utilizan los valores de referencia dietéticos (DRV) para ayudar a los consumidores a elegir alimentos saludables”, explica Agnès de Sesmaisons Lecarré, de la Unidad de Nutrición de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), tras anunciar el lanzamiento de una herramienta interactiva. Su objetivo es que los nutricionistas y otros profesionales de la salud ayuden a los consumidores a elegir alimentos saludables.
Los valores de referencia dietéticos (DRV) son valores de referencia de nutrientes basados en la ciencia para poblaciones sanas. Tienen muchos propósitos, como evaluar la calidad nutricional de las dietas de individuos o grupos, diseñar dietas (por ejemplo, comidas escolares), crear pautas nutricionales, asesoría dietética, establecer valores de referencia para el etiquetado de alimentos y para el desarrollo de políticas nutricionales y de alimentos. En función de si selecciona una categoría completa de nutrientes o algunos nutrientes específicos, el usuario comprobará que las casillas de verificación cambian.