El reciente informe mundial de drogashttps://www.unodc.org/unodc/es/index.html (con los último datos de 2016) publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) es alarmante. Según sus cifras la expansión de la producción y los mercados de consumo de drogas no tiene precedentes, con el agravante de que hay una nueva oferta y demanda de opiáceos, reservados a la prescripción médica, pero que llegan ilegalmente al gran público. Todo ello está originando una crisis mundial sanitaria, según el informe.
Éste advierte que los mercados de cocaína y metanfetamina se han extendido más allá de sus regiones tradicionales y nuevas sustancias sicoactivas son sintetizadas fácilmente en pequeños laboratorios y distribuidas con pocos obstáculos. Aunque la producción de cocaína había caído entre 2005 y 2013, en 2016 batió el récord, estimado en 1.410 toneladas, un incremento del 60% en tres años, con Colombia todavía como principal país de cultivo de la coca. África y Asia emergen como centros de tráfico y consumo.
Naciones Unidas destaca especialmente el problema del uso de fármacos sin prescripción médica, convertido en una gran amenaza para la salud pública y para la aplicación de la ley en todo el mundo. Los opiáceos causan el mayor daño y representan el 76 % de las muertes asociadas a consumo de sustancias psicoactivas.
Aunque el problema generado en Estados Unidos por las adicciones a estos opiáceos desarrollados por compañías farmacéuticas (demandadas judicialmente) ha tenido una cobertura masiva en los medios de comunicación, y el fentanilo le suena a todo el mundo, hay una crisis similar en África con el consumo de tramadol, muy posiblemente por el hecho de que el continente negro es un hervidero del tránsito de opiáceos farmacéuticos y heroína. La adicción al tramadol también se ha disparado en Asia.
La incautación mundial de opiáceos farmacéuticos en 2016 fue de 87 toneladas, aproximadamente la misma cantidad de heroína confiscada ese año. La incautación de opiáceos farmacéuticos -principalmente de tramadol- en África Occidental, Central y del Norte representaron el 87 % del total global en 2016. Los países de Asia, que anteriormente representaban más de la mitad de las incautaciones mundiales, reportaron solo el 7 %.
La marihuana fue la sustancia más consumida en 2016, con 192 millones de personas que la usaron al menos una vez durante ese año. El número global de usuarios de marihuana sigue aumentando y parece haberse incrementado en aproximadamente un 16% en la década cumplida hasta 2016, considerando el aumento de la población mundial.
El número de personas que consume drogas se mantiene estable
El número de personas en todo el mundo que ha consumido drogas al menos una vez en el año se mantuvo estable en 2016, con un registro de alrededor de 275 millones, aproximadamente el 5,6 % de la población mundial entre los 15 y 64 años. El consumo de drogas en adultos mayores de 40 años ha aumentado a un ritmo más rápido que en los que son más jóvenes. Aunque hay pocos datos disponibles, el informe sugiere prestar mayor atención a esta población.
El número de personas en todo el mundo que ha consumido drogas al menos una vez en el año se mantuvo estable en 2016, con un registro de alrededor de 275 millones, aproximadamente el 5,6 % de la población mundial entre los 15 y 64 años. El consumo de opiáceos farmacéuticos ha elevado sustancialmente el número de muertes entre personas mayores de 50 años, que si en el año 2000 representaban el 27% de las muertes por consumo, ahora el porcentaje es del 39%.
El informe cuestiona una vez más que no se ponga más énfasis en el tratamiento de las adicciones y la prevención, en lugar de en la fallida guerra internacional contra las drogas desde hace décadas.