La gaditana Anne Hidalgo ha cumplido un año al frente de la alcaldía de París. Las propuestas que le dieron la victoria coinciden, en gran parte, con las que aparecen en los programas electorales de los candidatos a alcaldes de las grandes ciudades españolas a las elecciones del próximo 24 de mayo. Los parisinos, tras una exitosa campaña de participación ciudadana, controlan la asignación del 5% del presupuesto municipal, cifrado en 400 millones de euros. Mientras BComú en Barcelona, su equivalente GanemosMadrid e IU se inclinan también por los presupuestos con participación ciudadana, desde el PSOE se muestran menos generosos y proponen a sus votantes decidir, mediante una Consulta Ciudadana Directa, “el orden de prioridad de las inversiones municipales”. El PSOE que avaló con el PP en el Congreso el proyecto que motivó los desahucios de centenares de personas, propone ahora en su programa la instalación de oficinas antidesahucios (ver punto 6) para asesorar a afectados y mediar con los bancos. A lo más que llegan las medidas del Partido Popular es a “que los ciudadanos puedan formular propuestas de actuación para mejorar la actividad municipal y garantizar la rendición de cuentas”, según recogen en su programa municipal.
La participación digital y presencial de los vecinos,
de París a Nueva York, Lisboa e Islandia
El pasado sábado la candidata de BComú a la Alcaldía de Barcelona, Ada Colau, prometía que si gana las elecciones el 5% del presupuesto municipal lo decidirán los vecinos de forma directa a través de un proceso de participación digital y presencial que recogerá las propuestas de la ciudadanía. Una propuesta llevada a la práctica con gran éxito por el equipo de Anne Hidalgo y que cautivó a los parisinos. 42.000 ciudadanos votaron en la primera edición, una participación considerablemente mayor que las experiencias de otras ciudades importantes, como Nueva York o Lisboa. En un debate con el Gran Wyoming, Ada Colau, subrayó que “la proporción del presupuesto municipal que decidirán los ciudadanos se revisaría cada año con la voluntad de que aumente progresivamente. La candidata de BComú afirma que esta iniciativa está inspirada en el proyecto ‘Better Reikiavik’, aplicado en Islandia.
“No debemos dejar el control democrático a banqueros o empresas y, por ello, queremos impulsar desde el ámbito autonómico y municipal procesos de intervención directa en las decisiones que se toman en los municipios y en sus Comunidades. Se trata de avanzar a una democracia participativa que ponga a los ciudadanos y ciudadanas en el centro de la política y la economía y que posibilite su participación en las decisiones de los Gobiernos, en la planificación y ejecución de las políticas públicas y en la gestión de los servicios públicos”, se afirma en el programa de IU que, sin embargo, no detalla el porcentaje del presupuesto municipal que dejaría en manos de los ciudadanos. La coalición únicamente menciona el establecimiento de presupuestos participativos.
Los programas de UPyD deben huir de las modas populistas de prometer lo imposible o lo inconveniente o de las tentaciones clientelares de ganar votos prometiendo satisfacer las aspiraciones de determinados colectivos, afirma en su programa la formación de Rosa Díez. Al igual que Ciudadanos, cuyo programa a las elecciones del 24M resulta imposible de encontrar en su web, no entran a detallar el protagonismo de los ciudadanos.
La alcaldesa de París se apoya para gobernar en
en sectores de izquierdas o de derechas
“En una ciudad como París puedo apoyarme en sectores económicos muy importantes, de izquierdas o de derechas. Tenemos que plantear soluciones para el empleo, la economía o la ecología”, señala Anne Hidalgo en el documento que celebra su año en la alcaldía. La alcaldesa no rehúye los pactos para la gestión municipal. La lucha contra la contaminación, el acceso a la vivienda para todos, el rediseño de la política social, el desarrollo de la economía circular, la defensa de la educación y la cultura, son medidas aplicadas con éxito y consenso popular en París. Su alcaldesa considera que la participación ciudadana y el diálogo en el seno de la formulación de políticas son indispensables para el renacimiento de la democracia.
Con este espíritu en pocos meses, con un equipo muy ilusionado, se creó y aprobó el primer presupuesto participativo en el mundo. Anne Hidalgo ha puesto en marcha un ambicioso plan que combina la modernización administrativa, el aumento de la inversión y el servicio público de alta calidad. La ciudad más grande de Francia cuenta con una fiscalidad moderada. Una familia con dos niños pagan 464 euros en el impuesto sobre la vivienda (el IBI español) y 640 euros en el impuesto a la propiedad. La mitad que en Marsella o Burdeos.
París lanzó en marzo pasado la plataforma digital jemengage.paris, que conecta asociaciones de vecinos y ciudadanos para fomentar la participación. La segunda edición en la que se vuelcan los ciudadanos también promete ser un éxito: se han propuesto más de 5.000 ideas por los habitantes. Este verano serán examinadas por los servicios de la Ciudad para valorar su viabilidad técnica, el costo y el tiempo de implementación, y después se someten a votación. “Debemos estar accesibles a todos, sin poner condiciones ni por la edad o la nacionalidad. El objetivo es fortalecer las juntas de vecinos”, señala Pauline Véron, asistente de la alcaldesa.
Alcaldes y concejales, elegidos el 24M, obligados a extirpar la corrupción en los ayuntamientos