La Federación Internacional de Fútbol, Fifa, ha acumulado unas reservas de 1.432 millones de dólares, algo más de 1.000 millones de euros, una medida estratégica, según el organismo que preside el suizo Joseph Blatter, por si fallara en un futuro su principal fuente de ingresos, el campeonato mundial de fútbol de selecciones nacionales que organiza cada cuatro años, y que dentro de 70 días comienza en Brasil.
La cobertura con un seguro de una cancelación del principal evento deportivo del mundo tras los Juegos Olímpicos es virtualmente imposible, según la propia institución. Ya están decididas las dos sedes de los mundiales que siguen al de Brasil. El de 2018 tendrá lugar en Rusia, país que podría ser sometido a un boicot en el caso de que la crisis política abierta por la anexión de Crimea se fuera de las manos, lo que resulta improbable, y en 2022, el premio fue para Qatar, con malas prácticas según se van conociendo los entresijos de la decisión.
Fifa está recibiendo muchas presiones para cancelar el mundial en el rico estado árabe previsto para dentro de ocho años, una vez que se han conocido denuncias incontestables de soborno a miembros del jurado que tomó la decisión de premiar al país árabe, y las protestas de jugadores y federaciones por hacerles jugar con temperaturas inhumanas. La corrupción está en los genes de este organismo desde que la presidiera Joao Havelange, quien estuvo en el cargo 25 años, hasta 1998, y tuvo que dimitir el año pasado de la presidencia de honor tras determinar una investigación interna que había recibido sobornos de la empresa ISL, ya desaparecida, que tuvo los derechos de marketing de varios mundiales.
El diario inglés The Daily Telegraph denunció recientemente que hubo un complot interno, fracasado finalmente, para acabar con la investigación que abrió por el caso de los sobornos en la concesión a Qatar del mundial de 2022. Este mismo periódico desveló los ingresos en cuentas de dos de los vicepresidentes que votaron en la elección en favor de los cataríes, mediante transferencias muy sospechosas.
El colchón supone un tercio del presupuesto de cuatro años entre dos Copas del Mundo
Las reservas que ha acumulado la Fifa cubren aproximadamente un tercio de los gastos de esta federación en los presupuestos cuatrienales que aprueba su Congreso, el máximo órgano de la institución. El comité ejecutivo de Fifa, en el que el español Ángel Villar ocupa una de las vicepresidencias, considera que ya no necesita acumular más dinero y por consiguiente propondrá para su aprobación en el Congreso que se celebra en Río la semana anterior al estreno del mundial, unos presupuestos para el periodo 2015-2018 con un mínimo superávit de 100 millones de dólares, procedente de restar 4.900 millones de gastos a 5.000 millones de ingresos, que proceden casi al 50% de los derechos de televisión (2.700 millones) y licencias de marketing (2.300 millones).
El mundial de Rusia se come 2.130 millones, otros 900 millones van a proyectos de desarrollo en países subdesarrollados, que muchas veces han sido objeto de acusaciones de corruptelas. Otras ompeticiones que organiza Fifa, como son el mundial de clubs y el femenino, se llevan 486 millones. El resto se lo lleva la gobernanza de este fabuloso negocio ‘sin ánimo de lucro’ pero con el que se forran muchos, y donde no falta de nada. Los cuatro congresos y las reuniones de los órganos gestores cuestan 278 millones de dólares.
Fifa pagará 576 millones de dólares a las federaciones y clubes de los países que juegan en Brasil
Fifa es una máquina de hacer caja. El año pasado consiguió 310 millones de dólares más de dinero del presupuestado, 954 millones. Un excedente conseguido fundamentalmente por contratos no esperados y licencias de marca, que el supuso un cash flow de casi 250 millones de dólares. Ahora le toca acometer el mayor gasto del cuatrienio, ya que pagará un total de 576 millones a las federaciones de los países que participan en la Copa del Mundo de Brasil, los clubes que aportan los jugadores y el fondo de protección por si hay lesionados. Esta cantidad es un 37% superior a la de la competición anterior.
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