El Banco Santander ha recibido un severo varapalo del regulador bancario estadounidense, FED, que le ha obligado a capitalizar su matriz estadounidense, Santander Holdings USA, en igual cantidad que el dividendo entregado por la financiera de automóviles, Santander Consumer USA, de tal suerte que se mantenga invariable el capital del negocio bancario estadounidense del banco que preside Botín.
Santander Holdings USA, que agrupa al banco comercial (antiguo Sovereign) y a la financiera de coches que sacó a Bolsa el pasado mes de enero, suspendió a finales de marzo los planes de asignación y riesgo de capital que la FED impone a todos los bancos de más de 50.000 millones de dólares de activo. La decisión tomada por el regulador estadounidense es consecuencia de este suspenso.
El regulador le obliga a capitalizar el negocio estadounidense en igual cuantía que el dividendo
El Santander había decidido que su financiera de automóviles de la que había colocado en Bolsa un 21,6% del capital en enero de este año a 24 dólares la acción, concediera un primer dividendo de 15 centavos el 30 de mayo, pero ocho días antes la FED le dijo que sólo aceptaría el reparto si el banco español capitalizara con 20,9 millones de dólares su matriz de Estados Unidos. Esta cantidad es la misma que el banco obtiene con el dividendo que le corresponde por el 60,7% del capital de la financiera.
El regulador estadounidense también le informó al banco que preside Emilio Botín que no aceptará otro dividendo de la financiera, mientras el Santander no apruebe el examen de asignación de capital. Le va a llevar tiempo ya que el banco cántabro ha decidido no volver a examinarse durante este año en Estados Unidos. Esta decisión supone que la financiera no volverá a dar un dividendo trimestral hasta que la FED lo autorice el próximo año.
El Santander tiene más de 10.000 millones de fondos propios en Estados Unidos
La bolsa ha castigado obviamente el incumplimiento del plan de dividendos anunciado en el folleto de salida al mercado, que fijaba de objetivo cuatro al año, en torno a 60 centavos en total. Santander Consumer Usa cotizaba el viernes a 19,65 dólares, lo que supone una pérdida del 18% para los inversores que entraron en la OPV de enero.
El Santander también se enfrenta a un notable problema, que no es otro que la incapacidad de obtener dividendos de su negocio estadounidense si la FED mantiene su restricción, como se prevé, en el negocio de banca comercial. El Santander tiene más de 10.200 millones de recursos propios invertidos en Estados Unidos, que se quedarían sin remunerar a la matriz, lo que supone un elevado coste para el banco presidido por Botín.
El banco español ya ha advertido a los inversores en su financiera de coches de que prevé un incremento de los costes mayores a los previstos cuando salió a Bolsa en enero, debido al cumplimiento de los nuevos riesgos y asignación de capital que tendrá que presentar su matriz Santander Holdings USA para la aprobación por parte de la Reserva Federal.
Una penalización notable en Bolsa supone también un deterioro del valor de la participación en el balance del banco. Con la salida a Bolsa de enero, en la que se desprendió el 4%, se había apuntado una plusvalía de 740 millones en buena medida por la revalorización de la financiera, una revalorización que ahora puede venirse abajo y cuyo valor contable deberá ser el de la cotización a cierre del ejercicio.
Esta financiera de coches fue un pelotazo de Botín incomprensible, como lo fue la venta del Antonveneta a Monte dei Paschi, que investigó la fiscalía italiana, donde obtuvo 3.000 millones de beneficio en un mes. La financiera la compró el Santander al equipo gestor y HBOS, un banco inglés desaparecido tras ser absorbido por Lloyds a raíz de la quiebra de Lehman, por la irrisoria cantidad de 651 millones de dólares. La empresa que se dedicaba a financiar la compra de coches al segmento de clientes de alto riesgo resulta que se fortaleció durante los años de la crisis, en contra de toda lógica que indica que en época de crisis los menos solventes son los peores clientes. En 2011, sociedades de capital riesgo inyectaron 1.160 millones de dólares en el capital, con el compromiso de que el Santander les recompraba la participación si no salía a Bolsa en un plazo de tiempo. Este año, el banco de Botín lo ha sacado a Bolsa y los fondos se han ido con una plusvalía del 100%.
Habrá que ver lo que dicen ahora los inversores que están pillados en el valor. Quizás el Santander termine ofreciéndoles recomprar a la baja las acciones, siguiendo el modelo que ha utilizado en Brasil.
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