El informe anual del Consejo Internacional de Control de Estupefacientes (INCB, por sus siglas en inglés), un organismo con sede en Viena e integrado en Naciones Unidas, lanza la voz de alarma por la avalancha de nuevas drogas en el mercado, elaboradas con el fin de esquivar las prohibiciones. Ocurre que los comerciantes ilegales de narcóticos van más rápido que las autoridades. Cuando éstas determinan la prohibición de algunas sustancias, los químicos pagados por los narcotraficantes elaboran nuevas fórmulas sintéticas de derivados del cáñamo, opiáceos, metilfenidato, lsd, etc…
“La aparición cada vez más masiva en los últimos años de nuevas sustancias psicoactivas que no están sometidas a control legal se ha convertido en un grave problema de salud pública y un fenómeno mundial” facilitado por el comercio electrónico canalizado por internet subraya el informe. El fenómeno comenzó a comienzos de la pasada década en laboratorios de Estados Unidos y se ha propagado por todo el mundo, aunque ahora es China el país con más proyección comercial de las nuevas sustancias psicoactivas. En la Unión Europea hay 650 sitios de internet que comercializan este tipo de drogas, según el estudio.
Naciones Unidas denuncia los excesos médicos en la prescripción de metilfenidato a jóvenes
Casi 400 drogas de nueva creación estaban catalogadas a finales del año pasado, un 11% más que en 2013, y el doble de las que se conocían en 2009. El informe hace una crítica velada, realizada directamente por otros organismos de Naciones Unidas, como el de la Defensa de los Derechos del Niño, al brutal incremento del consumo del metilfenidato, un estimulante que se creó para el tratamiento de la hiperactividad, Déficit de Atención (ADHD, por sus siglas en inglés). En Estados Unidos ya se diagnostica con este desorden al 11% de la población con edades entre 4 y 17 años, debido a la agresividad comercial de las farmacéuticas sobre los médicos. En bastantes países europeos ha aumentado el diagnóstico de “la enfermedad” en más de un 40% en los últimos cinco años, habiéndose generado consumidores de las nuevas drogas sintéticas.
La ‘creación’ de consumidores de narcóticos por malas prácticas médicas en los países ricos se aprecia también en escandalosas realidades como la de que el número de fallecidos en Estados Unidos por sobredosis de opiáceos prescritos es superior al de homicidios y accidentes de tráficos juntos. El informe destaca la caída de la oferta mundial de cocaína, especialmente en el mercado estadounidense debido principalmente al descenso en las plantaciones de Bolivia, Colombia y Perú, del orden de un tercio.
Los países ricos consumen legalmente el 90% de los opiáceos, mientras 5.500 millones de personas no acceden a paliativos adecuados
Coincidió ayer la presentación de este informe en Londres con el de la encuesta sobre consumo de alcohol y drogas en España, que hizo pública ayer el ministerio de Sanidad, en la que destaca que un tercio de los nuevos consumidores de cannabis son menores de edad, en torno a 61.000, de entre 15 y 17 años, se iniciaron en el consumo de esta droga el último año. Al respecto hay que subrayar que el informe del Consejo Internacional citado anteriormente, dice que el cultivo de hierba y cáñamo sigue aumentando en Europa, y que la resina de canabis confiscada en España pasó de 106 toneladas en 2012 a 130 toneladas en 2013, siendo esta cantidad tres cuartas partes del total confiscado en el mundo. En cuanto a la hierba, las confiscaciones pasaron de 1 tonelada a 17,5 toneladas, el mayor incremento del mundo.
Lo más relevante de la encuesta sobre consume de alcohol y drogas en España es el incremento de las tres sustancias legales que encabezan la clasificación total, tabaco, alcohol e hipnosedantes, como Lexatin, Valium, Orfidal y Tranxilium (un 7% de la población los toma diariamente). El consumo de cannabis ha bajado ligeramente en el periodo de la encuesta 2011-2013, y el inicio en el tabaco y el alcohol es a edades inferiores que el de cannabis.
Resulta especialmente grave en lo que atañe a las drogas la denuncia que hace el Consejo Internacional de que alrededor de 5.500 millones de personas no tienen acceso o lo tienen muy limitado a medicinas que contienen narcóticos como la morfina o la codeína, lo que supone que el 75% de la población mundial no cuenta con paliativos adecuados contra el dolor. Alrededor del 92% de la morfina es consumida por el 17% de la población, que vive en Norteamérica, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda.
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