El Banco Central Europeo hizo pública ayer la encuesta sobre préstamos bancarios que realiza entre la banca de los cinco grandes de la zona euro, Alemania, Francia, Italia, España y Holanda, en la que se aprecia que la demanda neta de crédito siguió aumentando en el segundo trimestre de este año en todas las categorías de préstamos (empresas, hipotecas y consumo), y las perspectivas para el tercer trimestre son muy buenas, con un aumento mayor esperado de la demanda. Sin embargo, la banca española es una excepción en esta tendencia, ya que ha sido la única que ha declarado no haber constatado un incremento de las peticiones de crédito de las empresas en el trimestre pasado.
El informe aprecia no obstante un ligero incremento de la demanda en España por fusiones y adquisiciones de empresas, pero el uso de financiación alternativa, caja propia de las empresas y otras, en nuestro país es la causa que se cita como más probable para la caída de demanda. La banca española es además la que ofrece información más negativa sobre la demanda de dinero por parte de las empresas para invertir en bienes de capital
Los bancos españoles parece por consiguiente que tienen razón cuando alegan que no dan más crédito por falta de demanda, en especial solvente, una justificación que se sustenta además por el hecho de que la banca española ha sido, junto a la de Italia, la que más coadyuvó a que el nivel de rechazo de crédito siguiera bajo, mientras que se incrementó en la banca alemana y se mantuvo invariable en la francesa y holandesa.
En la encuesta, la banca europea informa de que ha relajado los criterios para la aprobación de créditos para la adquisición de vivienda, con excepción de las entidades alemanas. Esta tendencia se prevé que continúe este trimestre. La banca española siente ahora que tiene menos riesgo al préstamo hipotecario tras muchos años de crisis en el sector y de enorme morosidad, y fue, junto a la italiana, la que más ha flexibilizado las condiciones en términos generales, contribuyendo a ello la gran competencia que reina en el sector. No obstante fue la española la única que informó de una demanda neta negativa en el trimestre en este apartado.
El crédito al consumo fue de nuevo en el segundo trimestre más fácil de obtener en los grandes bancos europeos, en especial en los italianos y españoles. Esta facilidad debería aumentar este tercer trimestre, según la percepción de las entidades financieras. Una vez más fue el factor de la elevada competencia interbancaria y la mejora en la percepción del riesgo, que no el apetito, las variables que determinaron una mayor disposición de ofrecer crédito al consumo.
El trimestre ha sido bueno para los demandantes de crédito bancario ya que las entidades continuaron relajando, excepción hecha de las alemanas, las condiciones aplicadas a los nuevos préstamos concedidos a empresas y hogares, debido básicamente y casi únicamente al estrechamiento de los márgenes, lo que está dañando las cuentas de resultados, en el crédito ordinario, pero no en el de más riesgo.
Además de la competencia feroz, la banca española, junto a la italiana y en menor medida la francesa, reconoce que la mayor facilidad crediticia se debe también al menor coste de la financiación y el saneamiento de los balances. No obstante, la banca española muestra todavía una menor tolerancia al riesgo que las del resto de países, escaldada por la brutal crisis sufrida y el control estrecho al que está sometida por el Supervisor.
La regulación no ha influido en las condiciones de los préstamos y sí en la mejora de la solvencia de los bancos
En la encuesta del segundo trimestre se han introducido preguntas sobre cómo ha influido la nueva regulación y supervisión bancaria sobre el crédito y también sobre la financiación. La banca alega que no se ha visto afectada en el activo, aunque los activos líquidos sí los han aumentado, rebajando los préstamos de mayor riesgo, aumentó el número que declaró un mayor fortalecimiento del capital, tanto por ampliaciones como por retención del beneficio. No obstante las condiciones de su financiación empeoraron ligeramente.
Respecto a cómo ha influido el endurecimiento normativo y de supervisión sobre las condiciones del crédito a la clientela, los bancos de la zona euro consideran que ha supuesto elevar un poco el nivel de exigencia en los créditos a grandes empresas y a los hogares, pero neutras en crédito al consumo y pymes. Respecto a los tipos de interés no tuvo impacto, exceptuando una ligera baja en las hipotecas.
La participación en la financiación generosísima del BCE (TLTRO-II) reconocen los bancos que estuvo impulsada fundamentalmente por la capacidad que les da de rentabilizarla, habiendo aumentado el número de entidades financieras que confiesan que la financiación del BCE ha tenido una contribución positiva en sus cuentas.