La FIFA cerró ayer en Sao Paulo su congreso anual número 64 en el que aprobó el nuevo reglamento de intermediarios de los contratos entre clubes y jugadores y avanzó algunos datos sobre el fenómeno de la propiedad de los derechos económicos de jugadores por terceras partes (TPO, por sus siglas en inglés), un mercado dominado por unos fondos de inversión concentrado en pocas manos. Respecto a los agentes de futbolistas destaca la propuesta de limitar las comisiones que pueden cobrar, que será del 3% del ingreso bruto del jugador en el periodo del contrato. En el caso de los intermediarios que contratan los clubes para conseguir fichar a un jugador, el límite debería ser también el 3% del coste de la transferencia.
Estas cifras contrastan con las publicadas por el propio organismo que regula el fútbol mundial, que cifró en 2012 en un 28% el coste de las comisiones pagadas a los intermediarios en más de 11.000 traspasos celebrados ese año. El año pasado, en el controvertido fichaje de Neymar, además de pagar a una sociedad del padre, poseedora de los derechos económicos del jugador alrededor de 40 millones de euros, el padre del jugador cobró un 5% de comisión sobre los 54 millones que cobraría el jugador por intermediar en el contrato.
Este intento de la FIFA de marcar un límite del 3% está por ver si tendrá éxito y los clubes se vincularán a su cumplimiento, ya que las normas mercantiles que rigen en cada país podrían amparar mayores porcentajes. La FIFA ha prohibido también el pago a intermediarios cuando el jugador es menor de edad. Muchos propietarios de equipos de fútbol son delincuentes que tratan de rescatar el dinero gastado en el club por la vía de comisiones en los traspasos, nombrando intermediarios testaferros que cobran las comisiones en paraísos fiscales, ocultando que el verdadero beneficiario es el presidente o mecenas del club.
Los clubes deberán informar públicamente del dinero pagado a intermediarios
En este congreso la FIFA, una institución deportiva con un historial de corrupción solamente superado por el del Comité Olímpico Internacional, ha intentado dar una imagen de mayor transparencia. En el caso de los contratos, exige que se aporte toda la documentación de pagos de comisiones a las federaciones. Estas deberán hacer público a finales de marzo, por ejemplo en su web oficial, los nombres de los intermediarios que tienen registrados y las transacciones en las que han intervenido. Además, las federaciones deberán publicar las remuneraciones totales recibidas por aquellos y desagregada por clubes, pero siempre de forma consolidada, de tal suerte que no se podrá conocer el pago realizado a un intermediario por una operación determinada.
La FIFA ha dejado sin regular una figura especialmente controvertida, que es la de los propietarios de los derechos de traspaso de futbolistas, que utilizan a fondos como vehículos de la inversión. En la actualidad hay 3 federaciones que tienen prohibidos estos fondos, y otras cinco mantienen restricciones para empresas privadas e inversores, pero permiten que los clubes puedan ser propietarios de la transferencia de un jugador alineado en otro equipo, como ha sido el caso de Courtois, el portero del Atlético de Madrid, propiedad del Chelsea.
Los fondos propietarios de los derechos de jugadores se llevan hasta el 40% del traspaso
Geoff Thompson, presidente del Comité de Resolución de Disputas de FIFA, avanzó ayer que son pocos operadores que controlan este sector, destacando Quality Sports, que encabeza el portugués Jorge Mendes. En el caso de estos inversores, la compensación por un traspaso varía entre un 10 y un 40%, y el año pasado su cuota de mercado del total del dinero pagado por traspasos fue del 10%, 360 millones de dólares. La Liga de Fútbol Profesional, que preside Javier Tebas, es una ardiente defensora de estos TPO. La FIFA dispondrá en septiembre del informe que ha encargado a un grupo de trabajo del Players Status Committee, en el que se incluirán sugerencias para la regulación.
Otras informaciones de interés publicadas en La Celosía:
UNI Mundo Atletas evitará la comercialización desenfrenada de los deportistas de élite
Las estrellas deportivas ya pueden cotizar en Bolsa en Estados Unidos
La Fifa atesora una reserva de 1.000 millones de euros por si falla un mundial de fútbol