Greenpeace acusa a Shell de ocultar su contribución negativa al cambio climático

Shell utiliza a periodistas, políticos y la generación de los millennials para hacer valer sus posiciones, según revela Energydesk, portal de Greenpeace, que ha filtrado un documento que resalta los objetivos que estaría persiguiendo Shell en su estrategia de comunicación. Estos pasan por promover puertas abiertas para construir relaciones con actores clave en apoyo de los objetivos de negocio, construir la reputación de Shell como una empresa innovadora, competitiva y con visión de futuro en la energía del futuro y aportar una imagen positiva de percepción  y promoción de la marca.

La ONG denuncia que la petrolera enfoca su estrategia de Relaciones Públicas con la clara intención de posicionarse como una empresa líder en el camino hacia un futuro con cero emisiones. “El gran desafío para la sociedad es cómo proporcionar mucha más energía con mucho menos dióxido de carbono”, reconoce Ben van Beurden CEO de Shell en un reciente informe ‘Una vida mejor con un planeta sano’. Shell identifica los EE.UU., Países Bajos, Reino Unido y Canadá como principales mercados para orientar el contenido de medios. Los mercados secundarios incluyen Alemania, India, África del Sur, Omán, Singapur y Filipinas.

Captación de ‘millennials’, funcionarios,

editores y columnistas en países clave

La captación de los ‘millennials’ tiene como objetivo desarrollar la lealtad a la marca. Shell reconoce que los jóvenes tienen una mentalidad más abierta (en general y con respecto a Shell), y que sus puntos de vista serán cada vez más importantes. La multinacional también trata de seducir a ‘públicos especiales’, en los que incluye  a los funcionarios del gobierno, líderes empresariales y socios, así como editores y columnistas en países clave. “La estrategia de relaciones públicas de Shell lo que busca es que no prestemos atención a su verdadera contribución al cambio climático”, señala Georgie Johnson de Greenpeace. Denuncia en Energydesk los centenares de derrames de petróleo en el delta del Níger, o sus esfuerzos de presión sostenida contra los coches eléctricos”.