Los sobornos de Fresenius a médicos, incluidos españoles, destapados por la SEC y adelantados por La Celosía, preocupan muy poco al previsible daño causado a la reputación de esta multinacional alemana que pagó una multa e hizo acto de arrepentimiento. Ahora, esta corporación que se hizo con el grupo hospitalario Quirón en España, es acusada de no respetar los derechos de los trabajadores en varios países.
Fresenius Global Union Alliance, que representa a más de 50 sindicatos en todo el mundo, denuncia los abusos contra los derechos de los trabajadores en el gigante de la salud alemán. Los sindicatos más poderosos del mundo exigen a Fresenius un Acuerdo Global para terminar con su historial de incumplimiento de las normas internacionales del trabajo en varios países. “Estamos en diálogo con las organizaciones sindicales que menciona. Nuestros empleados son muy importantes para nosotros, en todos los países donde nos esforzamos por el bienestar de los pacientes, por supuesto, también en España”, declara a La Celosía Matthias Link, vicepresidente de comunicaciones corporativas de Fresenius Medical Care.
El pasado mayo, sindicatos de cuatro continentes se reunieron en Frankfurt para coordinar su demanda conjunta contra la falta de respeto a los derechos laborales de sus empleados por parte de Fresenius. Un mes antes, esta multinacional alemana que posee hospitales, clínicas de diálisis y produce medicamentos y dispositivos médicos, fue denunciada por la SEC por sobornos a médicos en varios países entre los que se mencionaban hospitales españoles.
Acoso laboral en Latinoamérica y EEUU
En Perú, los trabajadores han presentado quejas de que la compañía está usando ilegalmente contratos temporales para 258 trabajadores. Además, los empleados alegan que la gerencia regional en la división de administración de hospitales de la compañía, Quirónsalud, ha hostigado y atacado a activistas sindicales. Antes de ser comprada por Fresenius, el grupo español Quirónsalud cerró su primera operación en Latinoamérica con la compra del 50% de la Clínica Ricardo Palma, el mayor hospital privado de Lima. “Tomamos en serio las denuncias de violaciones de las normas laborales y sociales aplicables, las seguimos y las abordamos de manera efectiva. Este ha sido el caso en el pasado y seguirá siéndolo en el futuro”, subraya Matthias Link.
En Estados Unidos, Fresenius tiene una larga historia de uso de consultores externos para evitar que los empleados formen un sindicato en sus clínicas. La compañía ha pagado más de 400.000 dólares a los “destructores sindicales”, quienes a menudo usan tácticas de miedo y otros métodos cuestionables para detener los esfuerzos de organización, según denuncian los sindicatos. Los trabajadores estadounidenses se han visto obligados a asistir a sesiones de adoctrinamiento antisindical. Algunos empleados confiesan haber sido intimidados para que no apoyen la constitución de un sindicato.
El portavoz de Fresenius niega las acusaciones sindicales
Frente a estas graves acusaciones el portavoz de Fresenius señala que su compañía “respeta la libertad de asociación y reconoce el derecho de cada empleado a la negociación colectiva. Nuestros empleados son libres de afiliarse a sindicatos, buscar representación y negociar colectivamente de acuerdo con las leyes locales aplicables. No toleramos la discriminación o desventaja contra los empleados que participan en una organización sindical legal”.
Fresenius se estructura a través de cuatro divisiones. Los afiliados a la IndustriALL Global Union se organizan en la división de producción farmacéutica Kabi. Fresenius Medical Care proporciona principalmente diálisis a pacientes con insuficiencia renal crónica. Fresenius Helios es el mayor operador hospitalario de Alemania. Fresenius Vamed dirige instalaciones de salud. “Los controles laxos y la supervisión deficiente no se detienen en Fresenius Medical Care”, denuncia David Boys, secretario general adjunto del sindicato Servicios Públicos Internacionales. “Los empleados de primera línea describen una cultura de relaciones laborales quebrada en varias de las divisiones de la compañía en varias regiones”.
“El historial de Fresenius es profundamente preocupante. La compañía tiene un patrón de ignorar los derechos de los trabajadores, y los estándares internacionales, y debe tomar medidas concretas de inmediato para abordar estos problemas sistémicos”, señala Christy Hoffman, Secretaria General de UNI Global Union.