¿Quién no ha sentido un escozor o se ha rascado la piel, sensibilizada por el contacto con alguna prenda?. Todo el mundo sabe que determinados colorantes y otros productos químicos utilizados en las fibras sintéticas pueden producir alergia. Ahora se da un paso institucional para frenar este problema sanitario y las agencias que protegen a los ciudadanos de la toxicidad química en productos de consumo en Francia y Suecia, ANSES Y KEMI respectivamente, han propuesto a las autoridades de la Unión Europea que se prohíban, y limiten en algunos casos, el uso de un millar de sustancias alergénicas en las prendas de vestir y el calzado, tras un estudio conjunto.
Ya hace un año, la autoridad francesa recomendó que se redujera el máximo actual autorizado por el reglamento del Cromo 6, utilizado en los artículos de cuero, y fijar un nivel bajo máximo para el Níquel en los tejidos. A la vista de la evaluación de riesgos llevada a cabo por estas agencias sanitarias de dos países muy severos en estos asuntos, franceses y suecos han propuesto la prohibición de 25 substancias de la familia de colorantes, entre ellos los azoicos, utilizados en materiales que contactan con la piel y son claramente alergénicos (producen sensibilización alérgica).
Este tipo de colorantes se utilizan en el tinte de fibras sintéticas y no se disuelven en agua. La primera denuncia de las autoridades suecas y francesas la hicieron ante la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA, por sus siglas en inglés) que inicia una consulta pública de seis meses para que den sus argumentos la industria química, otros sectores afectados y los ciudadanos, antes de dar su opinión a la Comisión Europea, que deberá decidir sobre el tema.
El estudio francosueco subraya que cerca de 5 millones de ciudadanos de la Unión Europea sufren de alergias a productos químicos que se utilizan en la industria textil y del calzado y la piel, y que entre 45.000 y 180.000 europeos desarrollan anualmente alguna alergia a estos productos químicos.
Aunque el estudio incluye cerca de un millar de sustancias alergénica, es cierto que son un centenar aproximadamente los que actualmente están presentes en la ropa y el calzado que se vende en la UE. Sin embargo, la propuesta de prohibición incluye a un millar como forma de prevención de su uso futuro en la industria textil para evitar que se disparen aún más las alergias en la piel.