La investigación abierta en el Tribunal de París por la denuncia penal interpuesta por medio centenar de mujeres contra el laboratorio Sanofi Pasteur MSD y la agencia francesa de medicamento por considerar que Gardasil, la vacuna contra el virus del papiloma que previene el cáncer de útero era la responsable de una serie de patologías neurológicas que habían sufrido aquellas, se ha cerrado con el archivo y sobreseimiento de la denuncia, poniendo fin a la vía penal. La denuncia sobreseída en Francia, país donde ubica su sede Sanofi, estaba sirviendo de apoyo a otras que se han producido en España, lo que dificulta seriamente que sean tomadas en cuenta.
Los magistrados encargados en Francia de llevar a cabo la acción penal, el denominado ‘parquet’, con funciones superiores a las de los fiscales en España, concluye que no hay ningún lazo directo entre la vacuna Gardasil y las patologías denunciadas por las pacientes, apoyándose en un informe reciente muy concienzudo realizado por la Agencia del medicamento (ANSM). En septiembre, este estudio, con una muestra de más de 2 millones de adolescentes, había llegado a la conclusión de que “la vacuna no aumenta el riesgo de las enfermedades autoinmunes”, limitando el riesgo a un aumento en proporciones muy limitadas, de 1-2 casos por cada 100.000 chicas vacunadas, del síndrome de Guillain-Barré, un trastorno autoinmunitario en el que el cuerpo se ataca a sí mismo.
El abogado de buena parte de las demandantes, Jean-Christophe Coubris, asegura que llevará la demanda por lo civil, una vez cerrado el camino penal, con el fin de conseguir la apertura de diligencias judiciales y la designación de jueces de instrucción. El parquet de París había encargado la investigación del caso a la brigada especializada en los delitos contra la salud pública (Oclaesp). Coubris ha criticado que la fiscalía no haya ordenado peritajes sobre cada una de las denunciantes, basándose exclusivamente en diversos estudios publicados, pero especialmente en el último de la Agencia, antes citado.
En España la vacunación contra el virus del papiloma es recomendada por la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia para todas las adolescentes residentes y está incluida en los calendarios de vacunación de todas las comunidades autónomas aun no siendo obligatoria, administrándose a las chicas cuando éstas tienen entre 11 y 14 años, ya que es la edad en que es más previsible que no estén contaminadas por el virus que se transmite en las relaciones sexuales.El cáncer de cérvix es la primera causa de mortalidad por cáncer entre las mujeres, por delante incluso del cáncer de mama. En España, sin embargo su incidencia es baja, y se diagnostican unos 2.100 casos anuales, lo que representa el 3,3% de los tumores femeninos, por detrás de los tumores de mama, colorrectales, estómago, cuerpo de útero, ovario y hematológicos.
El ministerio de Sanidad ha defendido siempre la utilidad y seguridad de esta vacuna, y así se lo ratificó el año pasado en una reunión que mantuvo con la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma Humano, que cuenta con la asistencia legal del despacho Almodóvar&Jara, azote de las farmacéuticas. La aceptación por parte de la Comisión regional de conciliación e indemnizaciones por accidentes médicos de la región francesa de Aquitania, de que la vacuna Gardasil podía ser la causante de una patología grave de una chica francesa de 15 años, aunque estimaba también una posible vulnerabilidad genética como causante de aquella, había desatado la oleada de demandas penales en París y en España.