La Red para el Estudio de las Monarquías Contemporáneas (REMCO) es impulsada por un grupo de expertos con el argumento de que la monarquía contemporánea “no ha recibido la atención que sin duda merece por parte de la comunidad académica internacional”. Pero el director de su Consejo Académico, Charles Powell, que lo es también del think tank Elcano, reconoce que su fundación hace tres meses se ha visto influida por la abdicación del Rey Juan Carlos y la crisis que ha atravesado la institución en los últimos años. “No somos defensores de la monarquía per se, somos analistas y observadores de este fenómeno; incluso podemos contar con expertos que tengan una mentalidad republicana. Se dice que la monarquía es una antigualla y una institución basada en el privilegio lo que choca con su presencia en sociedades avanzadas. Estamos cansados de que haya un debate poco informado y muy estereotipado, otro motivo para la existencia de esta plataforma”, explica a La Celosía.
REMCO que aún no cuenta con presupuesto formal organiza en verano un curso sobre ‘la relación entre los presidentes de Gobierno y la monarquía’ en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. “Nos interesa el papel político de la Corona, por supuesto hay mucha literatura constitucional, pero queremos ahondar en el papel real de los reyes en los sistemas parlamentarios. En España no hay una buena monografía de la relación del Rey Juan Carlos con los sucesivos presidentes de Gobierno. Al curso de la Menéndez Pelayo vamos a traer a la figura que hace de intermediario en Holanda entre la Corona y los políticos, una mano blanca que nada tiene que ver con un cargo político. Una figura muy interesante no reproducible en el caso español, porque por desgracia no existe quien la represente. Esta figura preserva al rey del desgaste político”, comenta Powell.
Hay argumentos legítimos contra la monarquía,
reconocen los expertos que la estudian
Los expertos de REMCO pretenden documentar, con datos contrastados, el coste para los españoles de la monarquía. Oficialmente hay una partida de 9 millones de euros anuales recogida en el BOE. “Los críticos dicen que esa cantidad no contempla todo el gasto; pues de lo que se trata es de poner todas las partidas sobre la mesa. Queremos que la gente opine. Hay argumentos legítimos contra la monarquía, uno de los que se cita es que desmotiva la meritocracia. Si eres un demócrata radical cien por cien también puedes argumentar que todo puesto de autoridad tiene que ser democráticamente elegido y por tanto es revocable. El debate está abierto”, subraya.
El actual rey Felipe VI tendrá un liderazgo menos carismático que su padre y más institucional, según los analistas de la Red para el Estudio de las Monarquías Contemporáneas. Si hubiera que marcar una Hoja de Ruta para la monarquía española una de las claves es la transparencia, de la que está ávida la sociedad española que quiere estar más informada de lo que hacen con su dinero, del destino de los impuestos, como se gasta el dinero público, quien toma parte en el proceso de decisiones, etcétera. “Es malo ser transparente porque te lo exijan. Siempre hay que ir por delante en la curva”, aconseja Powell. La otra clave es la comunicación. Las encuestas señalan que los jóvenes menores de 30 años tienen una actitud más crítica con la Corona. El CIS demuestra que la gente más conservadora tiende a ser más favorable a la monarquía, al igual que la gente mayor que ha vivido la Transición. “Con el impacto de esta crisis de seis largos años no es sorprendente que muchos jóvenes vean con distancia la monarquía, como algo de privilegiados. Hay que demostrar la utilidad de la institución al servicio de la sociedad”, reconoce el director de REMCO.
El comportamiento de Felipe VI ha sido impecable
en el intento de formación de Gobierno
“Ahora estamos en una fase de institucionalidad de la monarquía algo que no persiguió Don Juan Carlos probablemente por su carismático liderazgo. Marcó mucho el tono y estilo de la monarquía y eso produjo lo que llamaría un ‘déficit de institucionalización’. Cuando eso se quiebra a raíz de los escándalos Urdangarín, Botsuana…la estructura de la institución se vuelve vulnerable. La monarquía dependía en exceso del éxito de la figura del Rey”, recalca. Hay un momento clave para Felipe VI con el intento de formación de Gobierno. “Nuestro análisis es que es una situación delicada y novedosa. Eso puede politizarse pero el comportamiento del Rey ha sido impecable. Está desempeñando bien y con la discreción debida el papel de árbitro. Estamos en terreno desconocido pero esta prueba de fuego le viene bien para acelerar el proceso institucional. El rey puede impulsar un debate nacional sobre el tipo de España que vamos a construir”, vaticina Powell.
Las monarquías más innovadoras son las escandinavas. Tienen el atractivo de estar en sociedades extraordinariamente modernas, por ejemplo la mayoría de los daneses ya no se casan. En estos países no tienen apego por las estructuras familiares tradicionales y si por la monarquía porque encarna cierta idea de identidad nacional.