Es urgente –lo he repetido en varias ocasiones- proceder a una auténtica refundación de la Unión Europea, sobre los fundamentos éticos del año 1950. Para saber bien dónde queremos ir, para establecer con precisión la “hoja de ruta” y no volver nunca más a empezar la construcción del edificio europeo por el tejado (como se ha hecho llevando a cabo una unión monetaria sin una previa unión económica y, lo que es peor, sin una previa unión política), es indispensable revisar bien de dónde venimos: ver las bases del Tratado del Carbón y del Acero,… leer los pronunciamientos de sus artífices y releer los Acuerdos que suscribieron…Artículo completo.
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