Las elecciones de los Estados Unidos lograron la puntuación más baja entre todas las democracias occidentales, según el Proyecto de Integridad Electoral (EIP), desarrollado por el departamento de Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad de Sydney y la Escuela John F. Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard. EEUU se sitúa en el puesto 42 en las presidenciales, por debajo de Sudáfrica y de Micronesia, y en el 45 en las legislativas, por debajo de Barbados. Los expertos se mostraron preocupados por las leyes electorales estadounidenses y los procedimientos de registro de votantes. Esta investigación, dirigida por la profesora Pippa Norris, evalúa la integridad de las 127 elecciones parlamentarias y presidenciales celebradas en 107 países entre julio de 2012 y diciembre de 2014. España está ausente del estudio al no haber proceso electoral en dicho periodo.
Los riesgos de las elecciones viciadas y fallidas
El Proyecto de Integridad Electoral compara los riesgos de las elecciones viciadas y fallidas y analiza los países que cumplen con los estándares internacionales. Aunque, según reconocen los autores, los ciudadanos se centran en los problemas que ocurren en el día de la votación y en el recuento de votos (posibilidad de fraude electoral o inseguridad en las urnas), “la financiación de las campañas y la cobertura de los medios de comunicación, son los eslabones más débiles en el ciclo electoral”. El estudio también pone de relieve como el dinero para la campaña política era una preocupación en muchos países en desarrollo, como la India, así como en muchas sociedades opulentas, como los Estados Unidos.
“La regulación del dinero en la política merece una mayor atención por parte de los actores nacionales y la comunidad internacional cuando se trata de reducir la corrupción, el abuso de los recursos del Estado, y la compra de votos, para fortalecer la confianza pública en las elecciones, y para garantizar la igualdad de condiciones para todas las partes y los candidatos”. Los estadios finales del ciclo electoral, que involucran el proceso de tabulación de votos, los procedimientos electorales y el anuncio de los resultados finales, fueron evaluados por los expertos como el escenario menos problemático.
Los peores y los mejores procesos electorales
En 2014, fueron puntuados como los cinco peores procesos electorales los celebrados en Egipto, Mozambique, Afganistán, Siria y Bahrein. Los cinco más limpios se celebraron en Lituania, Costa Rica, Suecia, Eslovenia y Uruguay. La integridad electoral general se ve reforzada por la democracia, el desarrollo y las constituciones de poder compartido.Los mayores riesgos de elecciones fallidas se encontraron en África y el Medio Oriente, pero hay excepciones claras dentro de estas regiones, en particular las elecciones de Túnez. También fueron bien valoradas las de Isla Mauricio y Sudáfrica. Los investigadores no han excluido de su análisis los regímenes de partido único como Corea del Norte.