Estados Unidos quiere una próxima generación libre de tabaco. ‘Estamos a favor de un mundo sin fumadores’. La campaña se lanza cuando se cumplen cincuenta años del histórico informe de 1964, publicado por el Director General de Sanidad, Dr. Luther Terry, que relacionaba cáncer de pulmón y enfermedades del corazón con el tabaquismo. En los últimos 50 años, los informes del Director General de Sanidad han salido a la luz publica. A lo largo de los mismos se exponen los devastadores estragos causados por el consumo de tabaco. El tabaquismo sigue siendo la principal causa evitable de muerte en los Estados Unidos. Cerca de medio millón de personas pierden la vida cada año.
El presidente John Kennedy contra los médicos ‘antitabaco’
Como Director General de Sanidad, Luther L. Terry fue acusado por el presidente John Kennedy de crear un Comité Especial de Salud Pública sobre Tabaco y Salud. El informe de dicho Comité, publicado en 1964 bajo el liderazgo del Dr. Terry, desató una ola de controversia política, médica y corporativa con respecto a los efectos sobre la salud del consumo de tabaco. Durante su mandato el Dr. Terry trabajó sin miedo para eliminar la publicidad de cigarrillos televisión, colocar advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos, y restringir la venta y distribución de cigarrillos a menores de edad, mientras que advertía a la nación de las consecuencias mortales de fumar.
Medio siglo después se subraya el progreso alcanzado en el control del tabaco y prevención, y se presentan nuevos datos sobre las consecuencias para la salud. Los expertos se muestran esperanzados al presentar iniciativas que potencialmente pueden poner fin a la epidemia de consumo de tabaco en los Estados Unidos. Un anuncio del Servicio Público de Salud trata de concienciar a los adultos sobre el impacto del consumo de tabaco sobre las generaciones futuras. En el mismo se dramatiza con la posibilidad de que 5,6 millones de niños no llegarán a adultos por fumar.
Tras la experiencia aportada por el Dr. Luther Terry se pretende mirar a los próximos 50 años con la esperanza de tener un país libre de fumadores. “Si pudiéramos ayudar a todos los fumadores a dejar de fumar y que los jóvenes comiencen en el primer lugar, los resultados serían asombrosos”, señalan los especialistas. Podrían prevenirse cada año medio millón de muertes prematuras y se ahorrarían 130. 000 millones de dólares en gastos médicos. Cerca de dieciséis millones presentan enfermedades asociadas al hábito de fumar. Las autoridades sanitarias tratan de evitar que este número aumente.
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