No hace falta ser un país situado en una zona de huracanes para estar seriamente afectado por fenómenos climáticos extremos, lluvias torrenciales, sequías pavorosas, y otros, muy probablemente causados por fenómenos atribuibles al cambio climático generado por el hombre, una creencia ya aceptada mayoritariamente por la comunidad científica y que es una de las mayores preocupaciones de la opinión pública mundial.
El último informe sobre riesgo climático publicado por Germanwatch, Global Climate Risk Index, que ha estudiado el coste en vidas y económico de los fenómenos de clima extremo, y en el que no se contabilizan los sucesos geológicos, como terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas, España ocupa el octavo lugar por número total de fallecimientos, y el décimosegundo en muertos por cada 100.000 habitantes. Estas cifras, que no se difunden masivamente, obligan a sensibilizar a la ciudadanía sobre el problema planetario del cambio climático.
La media anual de muertos en España durante el periodo 1996-2016 es de 696,95, y si se mide en relación a la población, es de 1,59 por 100.000 habitantes. Además de España, sólo hay otros dos países desarrollados entre los 12 primeros, que son Francia e Italia, que ocupan los puestos que anteceden al español, con unos porcentajes de 1,71 y 1,83 fallecidos por cada 100.000 habitantes de media anual.
La lista está encabezada por Myanmar, Honduras, Micronesia, Nicaragua, Haití, Dominica, República Dominicana, Rusia y Granada, además de los tres países de la UE, Francia, Italia y España. Aunque el informe no expone las razones de esta sorprendente mortandad en los tres países del sur de Europa, todo apunta que son básicamente las olas de calor y las tormentas las causantes de la mayor mortandad. Hay que recordar la de 2003, que se cobró más de 70.000 vidas en Europa. También las riadas e inundaciones ocasionan todos los años fallecimientos en España. Las tormentas y sus implicaciones directas, precipitaciones elevadísimas, inundaciones y deslizamiento de tierras, están entre las principales causas de los daños observados por el estudio, y la investigación científica apunta a la mayor temperatura de la superficie marina como un elemento clave para explicar la intensificación de las tormentas.
En coste económico la posición es menos mala
Si se tienen en cuenta otras variables, más allá de la de mortandad, como son las de coste económico, la posición de España no es tan mala en su clasificación en el índice de riesgo climático de Germanwatch. En el periodo de 20 años, ocupa el trigésimocuarto (34) a nivel global, en mejor posición que tres países de la Unión Europea, Portugal (22), Italia (30) y Francia (18).
El estudio publicado recientemente también ofrece los datos correspondientes a 2016. En este año, España sufrió el fallecimiento de 45 personas, ocupando por esta cifra el puesto décimonoveno, pero el 66 si se mide en términos relativos, respecto a 100.000 habitantes. El año pasado los países que más sufrieron a causa de fenómenos climáticos extremos fueron Haití, Zimbabwe y Fiji.