El Banco Santander se ha visto obligado a reforzar sus recursos propios con una emisión de deuda perpetua forzosamente convertible en capital en caso de debilidad patrimonial de la entidad, sólo dos meses después de haber realizado otra con el mismo instrumento, los denominados en el argot como ‘cocos’. El 5 de marzo había emitido 1.500 millones de euros al 6,25% anual los cinco primeros años, tras los cuales el interés será, si no se rescatan bajo ciertas circunstancias, de 541 puntos básicos (5,41%) más el tipo del referente mid swap a cinco años, que actualmente en euros está en el 1,050, lo que daría un tipo de interés total del 6,5%.
La capitalización por vía de urgencia se produce tras suspender la gestión del capital en Estados Unidos
La sorprendente emisión de ayer se explica por dos factores: el suspenso que le ha dado la Reserva Federal a su filial estadounidense por la mala asignación de capital en la gestión del riesgo y para cubrirse ante el examen de la calidad de los activos y las pruebas de esfuerzo a las que está sometido, al igual que más de un centenar de bancos europeos, por el Banco Central Europeo.
Mientras el presidente de la entidad, Emilio Botín, alardea del músculo financiero del banco, y recobra el protagonismo entre las elites del país a pesar de su inolvidable evasión fiscal, tal como se ha visto en la recepción de Mariano Rajoy a los líderes de las grandes empresas, el Santander se veía forzado ayer a captar capital por segunda vez en dos meses, lo que no tiene precedentes, en una cifra de “hasta 2.500 millones de dólares”, que finalmente y sin dar explicaciones se convirtieron en 1.500 millones de dólares, a un tipo de interés superior al de hace dos meses, 6,375% en los cinco primeros años. En los años posteriores la prima es de 479 puntos básicos (4,79%), inferior, pero que al ser el mid swap de referencia en dólares más elevado (1,75%), se quedaría en el mismo 6,5% de la emisión de marzo.
Los instrumentos de deuda perpetua convertible contingente son aceptados por los reguladores como fondos propios computables para los ratios de capital, ya que bajo diversas circunstancias, por exigencias de los supervisores o por un descenso, en el caso del Santander, por debajo del 5,13% en el ratio de capital principal, se convierten automáticamente en acciones de la entidad y pueden tensionar muy a la baja la cotización de las acciones.
El italiano Alberto Gallo, director de investigación de Royal Bank of Scotland, advertía ayer mismo en las páginas del Financial Times de la necesidad de regular más férreamente esta vía de capitalización de los bancos, que ya alcanza los 75.000 millones de euros en Europa. El Santander es la entidad financiera que más dinero ha captado con este híbrido, que tiene la ventaja para el banco de desgravar el cupón pagado a los inversores y no diluir a los accionistas excepto en caso de conversión.
El banco tiene un 42% más de acciones que antes de la crisis
El Banco Santander ya ha incrementado mucho las acciones en circulación desde que comenzó la crisis, con un 42% más de títulos entre 2009 y 2014, a base de repartir dividendo con acciones, haber convertido deuda con los escandalosos Valores Santander, canje de activos, etc. Emilio Botín lleva diciendo años que su banco es muy sólido de capital, pero finalmente se ha visto obligado a asumir la realidad y fortalecer los fondos propios por vía de urgencia. Para conseguir cumplir con los ratios que manda Basilea III, ha reducido los activos de riesgo y aumentado los recursos propios. El banco de Botín ha rebajado más de un 10% el crédito a la clientela en los últimos tres años a nivel consolidado, aunque en España la restricción es muy superior, y por el contrario ha incrementado la base de capital.
Hace menos de un año tuvo que capitalizar la filial alemana con 3.700 millones
Está por ver si con las dos emisiones de cocos realizadas desde marzo le basta para soportar el balance actual. El banco da sorpresas inesperadas que hacen dudar de su balance. El año pasado aumentó los recursos propios de su filial alemán (que cuelga de Santander Consumer), capitalizando deuda de la matriz, en nada más y nada menos que 3.660 millones de euros. Se supone que el Bundesbank le debió llamar la atención requiriéndole que soportarse los activos con capital y no con deuda.
Esta filial alemana, que supone la mitad del activo de Santander Consumer, tiene ahora 4.307 millones de fondos propios, para sostener un balance inferior a 40.000 millones, y cosechar un beneficio de 130 millones. Un negocio no muy boyante para el capital que consume. Botín lleva haciendo demasiada ingeniería financiera desde hace tiempo: Fusión con Banesto, recompra del paquete colocado en Brasil, financiación de dividendos de México y Brasil con emisiones de deuda subordinada, etc.. Ayer se le vio el plumero.
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