Es evidente que, ahora más que nunca, Europa necesita de su industria para apoyar la recuperación de la economía y crear empleo. Sin embargo, la industria, uno de los principales vectores de crecimiento para Europa está pasando por un largo declive. Desde 2008 se han perdido más de 3,4 millones de empleos en el sector y la producción industrial cayó en torno a un 10 %. Se hace necesario y urgente revertir esta tendencia, ya que la industria genera servicios, trabajo y la capacidad de innovación y representa el 80 % las exportaciones europeas. El reto consiste -según el diagnóstico del Observatorio Europeo Ambrosetti- en fortalecer el sector manufacturero a través una estrategia europea común, con el fin de obtener crecimiento sostenible, la creación de puestos de trabajo cualificados y resolver los problemas sociales.
Alto riesgo de cierre de fábricas y restricción del crédito
Este centro de estudios advierte sobre la falta de confianza de los consumidores y de los empresarios que se traduce en ‘el alto riesgo de cierre de muchas fábricas y en el difícil acceso al crédito’. Mientras las inversiones han disminuido 2,5 puntos del PIB, los precios de la energía para la industria aumentaron en un 27 %, con grave pérdida de competitividad en el contexto internacional. Ambrosetti alerta de como se agranda la brecha de productividad con Estados Unidos. La producción europea apenas llega al 16 % del PIB de la UE y la Comisión Europea se ha fijado el objetivo de pasar al 20 % en 2020.
Ante este desafío se considera urgente la aplicación de una verdadera estrategia comunitaria de reindustrialización dirigida a estimular la inversión y el empleo. Las máximas prioridades pasan por facilitar la inversión en nuevas tecnologías e innovación; la mejora de las condiciones del mercado, tanto el doméstico como el internacional y ampliar el acceso a la financiación mediante el apoyo a la inversión en capital humano.
El objetivo es crear 6,9 millones de empleos,
el doble de los perdidos desde 2008
En el último estudio llevado a cabo por el Observatorio Europeo Ambrosetti se ha intentado responder cuánto puede aportar en los próximos años en términos de valor impacto económico el crecimiento industrial. Para saberlo será necesario aumentar drásticamente la productividad laboral en Europa, a través de las inversiones en nuevas tecnologías y mediante la reducción de la rigideces estructurales que afectan a los mercados laborales. En la hipótesis de que la productividad pueda crecer a una tasa promedio de 2 % anual, se crearían 6,9 millones de empleos, prácticamente el doble de los perdidos desde el año 2008. Para lograrlo las instituciones europeas, gobiernos, empresas y sindicatos están llamados a forjar una verdadera alianza para la reactivación industrial de Europa.
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