La gestora del principal fondo soberano de Noruega, que cuenta con inversiones en el mundo por valor cercano a los 800.000 millones de euros y que es heredero del que se creó con los multimillonarios excedentes creados con la extracción de petróleo y debe servir para mantener el alto nivel de vida de los noruegos cuando se acabe su riqueza natural de hidrocarburos, ha puesto a Endesa ‘en observación’, una medida que toma antes de decidir si le pone el veto a ser una empresa en la que pueda invertir.
Las razones por las que el fondo noruego puede sacar a la empresa española de su lista de “elegibles” para invertir en su capital es la alta dependencia que tiene la compañía de sus centrales térmicas de carbón. El parlamento noruego ha ido endureciendo desde 2004 las condiciones de responsabilidad social, especialmente las del pilar medioambiental, que deben cumplir las compañías y emisores de deuda si quieren captar dinero del fondo.
Endesa es probable que cierre a partir de 2020 cuatro de sus centrales de carbón, Alcudia, Compostilla, Andorra y Puente Nuevo, y mantenga la de Carboneras, que tiene una potencia superior a los 1.000 megavatios, y la de gallega de As Pontes, de 1.500 megavatios. Aunque en los últimos años se han realizado inversiones notables para limitar las emisiones contaminantes, ambas figuran siempre en las listas europeas de las centrales más dañinas para la salud, con emisiones causantes de muerte prematura.
Esta mala reputación presiona a los gestores noruegos, más allá de que la empresa pueda cumplir el límite establecido por el Parlamento noruego el año pasado, para considerar a una empresa elegible, que en este caso consiste en que una eléctrica no obtenga más del 30% de sus ingresos con actividades que utilicen el carbón. Aunque Endesa ha adquirido este año a su matriz, la italiana Enel, los negocios de renovables, en el reparto de generación de energía eléctrica, el carbón supera ese porcentaje, en más o en menos dependiendo de las circunstancias hidroeléctricas y eólicas.
Más de 15.000 millones tiene invertidos el fondo soberano noruego en España
La gestora del fondo, el Norges Bank, muestra una mayor dureza en la aplicación de los criterios de carbón, y en un año ha retirado sus inversiones y excluido de la lista amigable a 59 empresas, colocando además a 11, entre ellas Endesa, en observación y cuarentena. En la segunda reválida han caído 15 empresas y los noruegos ya han anunciado que habrá más exclusiones en 2017.
En lo que atañe a la renta fija, en el segundo examen desde que el año pasado se endureciera la norma de acceso, la gestora ha puesto en la lista negra a 30 emisoras de bonos, de las cuales 21 son instrumentales de empresas que han salido o fueron vetadas en la primera envaluación para entrar en la cartera de inversiones del fondo. En total hay 38 emisores de renta fija que no cumplen con los criterios de aprobación.
Además de la variable del carbón, hay otras que son penalizadas por el fondo soberano, como es el caso de todas las empresas de tabaco, las que incumplen con los derechos del hombre, explotación laboral infantil y algunos fabricantes de armamento, incluidos los de nuclear. Las inversiones del fondo en España superan los 8.000 millones en empresas españolas en Bolsa, repartidos entre 80 compañías, y otros 8.000 millones en emisiones de renta fija.