La elección del ‘emperador’ Donald Trump, que es el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, ha tenido un efecto devastador en la visión que el mundo tiene del imperio estadounidense. La opinión que tiene la opinión pública de otros países de la agenda política que trata de imponer Trump es muy negativa como muestra el estudio demoscópico que lleva realizando Gallup desde que presidiera el país George W. Bush.
Es un trabajo con encuestas, un millar en España, en 130 países en el que se pregunta sobre el sentimiento que tienen los encuestados sobre el liderazgo de Estados Unidos y también de otras grandes potencias, Alemania, China y Rusia. El resultado bajo la batuta de Trump, tras un año de éste en la Casa Blanca, no sólo es el peor en comparación con Bush y Obama, sino que por vez primera los votos de desaprobación superan a los de validación del liderazgo, y además con mucha diferencia, 42% frente a 30%, mientras que en el peor momento de Bush, los aprobados superaban a los suspensos por 5 puntos, 38% frente a 33%. En la era Obama la diferencia a favor se movió entre una horquilla de 30 y 10 puntos aproximadamente (todos los porcentajes en mediana)
En el único continente en el que el liderazgo imperial de Estados Unidos aprueba es en África, con un 51% de votos positivos y sólo el 20% negativos, aunque hay que decir que China cuenta con un diferencial mejo, 50% frente a 15%, y además también Alemania y Rusia consiguen más aplausos que pitos (45-17 y 36-22 respectivamente).
De momento la política de Trump de ‘American First’, sobre todo en el campo económico, está claramente coadyuvando a este desapego del mundo hacia Estados Unidos. En Asia, tanto Alemania, como China y Rusia consiguen más votos de aprobación que de descrédito, mientras que el liderazgo de Estados Unidos es contestado por un 39% de los encuestados, frente a un 30% que gustan del mando mundial estadounidense.
En América, es tremendo el rechazo generado por Estados Unidos desde que Trump se hizo cargo de la presidencia. Concretamente, un 58% censuran el liderazgo y sólo el 24% lo aprueban. Suspenden también Rusia y China (38-24 y 35-28 respectivamente), mientras que Alemania obtiene una ligera ventaja de los votos positivos (31% frente a 29%).
En Europa es brutal también la descalificación del liderazgo estadounidense, con un desplome de los votos favorables tras el primer año de Trump. Si en la era Obama, los europeos aprobaban su liderazgo moral y políticos, el último año son el 56% los que reprueban la guía del imperio estadounidense, aunque Rusia sigue considerándose aún peor, con el 64% negativo (siempre en mediana). El liderazgo de Alemania, la gran potencia económica del continente, en manos de Merkel, obtiene el 54% de respaldo en el viejo continente.
China ya también es mejor considerada que Estados Unidos
Para hacerse una idea del repudio europeo hacia el liderazgo estadounidense, encarnado en Trump, basta decir que respecto al último año de Obama, el nivel de aprobación ha caído 10 puntos o más en 24 países, incluyendo a todos los aliados de la OTAN. En España los encuestados contrarios al liderazgo de Estados Unidos son el 67% y los que lo aprueban el 26%, 27 puntos menos que antes de que accediera Trump al poder. En cualquier caso hay que subrayar que el desapego europeo respecto a Estados Unidos no supone un récord, ya que en los dos último años de Bush, no hubo más aprobaciones que ahora.
Quien puede sacar pecho es Alemania, que desde hace varios años, conducida por Merkel, mantiene un nivel estable (41% de aprobación), habiendo reemplazado ya a Estados Unidos en el primer puesto del pódium del liderazgo mundial, estando la hiperpotencia al mismo nivel de apoyo que China (30% y 31% respectivamente) ocupando la cola Rusia, con el 27%.