No es la primera vez que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advierte del exceso de capacidad de la banca europea, pero la llamada de atención sobre el asunto que hizo en el discurso de bienvenida a los participantes en la conferencia anual del European Sistemic Risk Board que se abrió ayer en Fráncfort , tiene especial relevancia. En especial porque la Junta Europea de Riesgo Sistémico, más conocida por su nombre y siglas en inglés (ESRB) se creó en 2010 a petición de la Comisión Europea en respuesta a la gravísima crisis financiera, con el objetivo de vigilar y alertar de manera general (macroprudencial) sobre el sistema financiero de la UE y, de esta forma, prevenir y mitigar los riesgos sistémicos. El ESRB cubre todo el sistema, no sólo bancos, sino también aseguradoras, fondos de inversión, banca en la sombra, etc.
El comité ejecutivo de esta institución está presidido por el propio Draghi e inclye a todos los gobernadores de bancos centrales de la UE, no sólo los de la zona euro, además de los representantes de los presidentes de los reguladores europeos , entre otros. Por consiguiente, las palabras de Draghi en este foro se puede decir que están plenamente respaldadas por quienes tienen poder de decisión sobre las instituciones financieras, y Draghi fue ayer rotundo al subrayar que “el mayor riesgo para el sistema es la inacción” y que en Europa hay demasiada capacidad bancaria, muy por encima de la que disponen Estados Unidos o Japón, tal como ya advirtió el comité científico del propio ESRB en un informe de hace dos años, que Draghi trajo de nuevo a colación. Cuando se produjo la crisis financiera en 2008, los activos de la banca europea eran cuatro veces el mercado de capitales, cuando en Estados Unidos estaba a la par, y en Japón por debajo del doble, el mismo nivel que había en Europa veinte años antes de la brutal sacudida.
El también presidente del BCE centró su discurso en ese exceso de banca y bancos, que además contrapuso al crecimiento del sistema financiero no bancario. Draghi advirtió de que el ESRB apoya sin fisuras la unión de los mercados de capitales, ya que permite una financiación mejor de la economía real ofreciendo diversos canales y no sólo el bancario. “Diversas razones han sido alegadas como causantes de la escasa rentabilidad de los bancos, incluyendo los bajos tipos de interés, pero el exceso de banca en Europa es también un factor en ese bajo nivel de rentabilidad”, subrayó Draghi. “El excesivo número de bancos y la consiguiente competencia intensa provoca un mayor estrechamiento de los márgenes ya exprimidos, e impide que las entidades financieras operen con unos niveles de eficiencia adecuados, que se ven en los ratios de costes sobre ingresos, excesivamente altos”, añadió.
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Draghi también recordó ayer a la banca que en el contexto de exceso de capacidad y una innovación tecnológica que permite a terceros competir en algunas áreas de negocio de la banca, algunas entidades tendrán que revisar su modelo de negocio para aumentar la rentabilidad. Hasta ahora lo que estamos viendo básicamente es el desguace de redes enormes de sucursales bancarias y la consiguiente pérdida de empleo, pero todo apunta a que en 2017 comenzaremos a ver fusiones, muy posiblemente transnacionales. Draghi y los gobernadores de los bancos centrales parece que lo tienen muy claro.
En cualquier caso, los enormes cambios regulatorios y exigencias que en los últimos años ha soportado la banca hace pensar al ESRB que los bancos no son ahora el problema acuciante que lo fue hasta hace poco, el turno ahora es de las aseguradoras, fondos de pensiones, gestores de patrimonios, contrapartes, y todos los actores que participan en la banca en la sombra. Al respecto, el miércoles, Draghi anunció en Bruselas, con motivo de una intervención ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, que el ESRB pronto sacará un estudio, que confía en que sea el referente para la toma de decisiones políticas, normas y reglamentos.
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