Hay una gran diferencia en el coste de la vida en materia de consumo de bienes y servicios, incluida la alimentación, entre los 27 países que conforman la Unión Europea. Si uno viaja por las diversas capitales, y descuenta el precio del viaje, los países más caros para el consumo necesario en la estancia serían Dinamarca, con precios un 41% más elevados que la media de la UE (100), seguido de Irlanda (134%), Luxemburgo (131%), Finlandia (127%) y Suecia (121%). Sin embargo, tres países no integrados en la UE, son los que el coste de la vida en cuanto a consumo es el más elevado, Suiza (162%), Islandia (154%) y Noruega (150%).
Con los datos correspondientes a 2019 y recabados por Eurostat, la oficina europea de estadística, España mantiene una buena posición en precios asequibles de productos de alimentación, bebidas, bares, restaurantes, tabaco, etc, ya que se sitúa por debajo de la media europea, concretamente seis puntos por debajo (97%), en el puesto número 12, siendo más barato Portugal (88%), y por supuesto los países del Este de Europa, con Bulgaria (53%) y Rumania (55%) como los más baratos.
Si tomamos las medidas por el grupo conformado por comida, bebidas, tabaco, calzado y vestimenta, que aproximadamente representan el 17%, 5%, 4% y 1%, del gasto de los hogares, España estaría en los cuatro productos por debajo de la media, especialmente en lo que atañe a alcohol y tabaco, pero los hay mucho más baratos, como Polonia, Rumania, Hungría y Bulgaria.
En vestir resulta interesante el caso de Reino Unido, ahora ya fuera de la UE, que es bastante más barato que España e incluso en calzado. España se sale del low cost cuando se valora el precio de la energía, donde supera la media de la UE, siendo incluso más cara que la que pagan los ciudadanos de Luxemburgo, Finlandia y británicos. También es más caro en España el mobiliario y la electrónica de consumo que en la media, por encima de Alemania en ambos casos.
Los españoles tras los griegos, según los datos de Eurostat, son los ciudadanos de la UE con mayor coste en equipos y servicios de telefonía, pero también los que disfrutan de mejores precios entre los países ricos en materia de restauración y hoteles. También en transporte cuentan los españoles con muy buena relación calidad precio.