Un 24% de los directivos de Responsabilidad Social (RS) reconocen que sus empresas han sufrido al menos una crisis relevante en materia de RSE en los últimos 10 años, según se desprende del estudio realizado por Directivos de Responsabilidad Social (dirse). Los riesgos relacionados con la Responsabilidad Social (fraude y corrupción, accidentes ambientales, vulneración de los Derechos Humanos, salud y bienestar de los trabajadores, etc.) deberían percibirse como una amenaza mucho más real para las empresas, subrayan los autores del estudio. En el mismo también se revela que los directivos de RS asumen las responsabilidades de su puesto de trabajo con una dificultad especial: sólo el 38% tienen su propio presupuesto. Este hándicap conlleva la dificultad para evaluar la contribución (retorno de la inversión u otros parámetros) de cada iniciativa o proyecto de RSE. Un 24% de los participantes manifiesta que en su empresa se han tomado decisiones “menores” durante la crisis que no han sido coherentes con las políticas de RSE que se venían impulsando desde el pasado y hay otro 24% adicional que considera que se han tomado algunas decisiones “importantes” que tampoco han tenido en cuenta dichas políticas.
El Ministerio de Empleo considera que la RS,
bien aplicada, ayudará a la recuperación económica
Frente a esta autocrítica de los expertos llama la atención la afirmación del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de que “la responsabilidad social puede servir como herramienta para contribuir a mejorar la capacidad de recuperación de la economía española, que tras los años de crisis previos a su elaboración, han supuesto una importante pérdida de empleo”. Hoy presenta la ‘Estrategia Española de RSE’ en Valladolid, Miguel Ángel García Martín, Director General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio. Lo hace por iniciativa del Club de Excelencia de la Sostenibilidad. “Si la responsabilidad social se aplica correctamente en las empresas y en el resto de las organizaciones, puede ayudar de una forma determinante a restablecer la confianza perdida, necesaria para una recuperación económica sostenible y para mitigar las consecuencias que la crisis económica ha provocado”, según el documento de Empleo. La ‘Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas’ se enmarca además en el objetivo del Gobierno, plasmado en el Plan Nacional de Reformas, de impulsar iniciativas destinadas a fortalecer la economía española y avanzar hacia la consecución de un crecimiento inclusivo y sostenible.
Los directivos advierten de malas prácticas
reales de algunas compañías
Pero el departamento de la ministra Fátima Bánez, debería aprender de los directivos que reconocen abiertamente como una parte del mercado considera la RSE como un mero instrumento de marketing que no refleja la estrategia real de las empresas. “Esto, en algunas ocasiones, puede responder a la generalización de malas prácticas reales de algunas compañías y, también en otras, a déficits de comunicación que no facilitan la disponibilidad de información suficiente en el mercado o que, cuando lo hacen, dicha información es insuficiente para generar la credibilidad necesaria. De hecho, el 58% de los participantes en el estudio indican que deberían dedicar más tiempo a gestionar el posicionamiento de la empresa en materia de RSE (sea a través de analistas ambientales, sociales o de gobierno corporativo, o bien a través del networking con los diferentes sectores sociales)”, subrayan los autores del informe publicado por dirse.
Pese a la autocrítica de los directivos responsables de RS, hay un dato alentador: un 54% de empresas han evidenciado que sus clientes están más dispuestos a comprar cuando el posicionamiento en materia de RSC es positivo.
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