Barcelona es la única ciudad española que participa en un proyecto internacional que pretende mejorar las relaciones entre los ciudadanos y la policía. Lo impulsa El Foro Europeo de Seguridad Urbana (EFUS), cofinanciado por la Comisión Europea. La policía catalana trata de lavar su mala imagen tras sus censurables actuaciones. Los mossos están en el punto de mira, por la mujer que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma en la huelga general del 14-N, -el caso de Ester Quintana-, y la muerte tras ser detenido de Juan Andrés Benítez.
Las ciudades mediadoras con la policía
Este proyecto en el que participan varias ciudades europeas aborda las relaciones entre los ciudadanos y los agentes de policía. Su objetivo es centrarse principalmente en el punto de vista de los ciudadanos en lugar de discutir las diferencias legales entre los diferentes cuerpos de policía europeos. Los socios del proyecto analizaran el papel estratégico que desempeñan las ciudades como mediadores entre la policía y los ciudadanos, en particular a través de asociaciones locales existentes en los municipios. Hasta el final de 2015 se realizará la puesta en práctica de programas experimentales en cada una de las ciudades implicadas. Además de fortalecer la relación entre la policía y la población, en última instancia se pretende elaborar recomendaciones políticas y dotarse de herramientas para evaluar el impacto y la utilidad de estas prácticas.
Un comité de apoyo para la mejora del clima en la calle
A lo largo de este proyecto experimental, los representantes de ciudades como Barcelona estarán acompañados por un comité de apoyo formado por académicos calificados, organizaciones y personalidades. Uno de los miembros de este comité, Hibat Tabib, director de la asociación AFPAD, reconoce que se busca mejorar las relaciones entre los jóvenes y las instituciones como la policía y el sistema judicial.
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