La reducción de recursos y oportunidades hace peligrar nuevas líneas de investigación en cáncer, según revela el primer informe sobre la investigación en innovación en cáncer en España. Entre sus promotores se encuentra la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA) y Fundación Bancaria “la Caixa”. También denuncia como en España un 76% de los ensayos clínicos en el ámbito del cáncer son patrocinados por la industria, frente al 49% en Francia, 56% en Países Bajos, 62% en Italia o 65% en Reino Unido. La predominancia de la industria en la investigación clínica tiene efecto en el tipo de investigación que se realiza, muy centrada en nuevos fármacos.
Los líderes de la investigación en cáncer están envejeciendo. En los últimos diez años se observa un incremento de casi 3 años en la edad media de los investigadores principales de los proyectos del Ministerio-AEI y del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en el ámbito del cáncer, de 46 a 49 años. Esta es una de las principales amenazas que sufre el ecosistema español de investigación en cáncer, cuyas consecuencias no se restringen a la renovación demográfica, también ponen en peligro la innovación y desarrollo de nuevas líneas de investigación, así como la formación para el liderazgo científico y la presencia en redes internacionales emergentes.
Apoyar a las pymes que investigan sobre el cáncer
Además, España presenta malos indicadores de innovación y protección de la propiedad intelectual. Nuestro país cuenta con un número bajo de solicitudes de patentes en el ámbito del cáncer: con menos de dos familias de patentes por millón de habitantes al año, una actividad muy inferior a la de Estados Unidos (12 patentes por millón de habitantes al año) o Países Bajos, Reino Unido y Alemania (entre 6 y 4,5). En este contexto de caída de la actividad innovadora del sector privado, es fundamental proteger y valorizar la actividad de innovación llevada a cabo por las instituciones del ecosistema público y sin ánimo de lucro, que deben contar con las capacidades y competencias necesarias, garantizando la financiación y calidad de las funciones profesionales de apoyo especializado (protección, negociación con terceros, autorización, comercialización, explotación, industrialización).
Los autores del informe solicitan apoyo para “un número importante de pequeñas y medianas empresas innovadoras en el ámbito del cáncer en España”. Actualmente 21 pymes españolas están desarrollando productos y soluciones en una diversidad de tipos de cáncer. Algunas han sido fundadas por investigadores del ecosistema público, han crecido en bioincubadoras o están ubicadas en parques científicos. Otras han sido spin-offs de empresas mayores, ejemplo de emprendimiento corporativo.
Siguiendo la práctica de los países de referencia (Francia, Reino Unido, Estados Unidos) también proponen la puesta en marcha de una Estrategia Nacional de Investigación en Cáncer.