El lobby de las multinacionales norteamericanas en Europa, AmCham EU, en contra del parecer de la Comisión Europea, cree que es inexacto afirmar que la evidencia científica “confirma el vínculo entre la exposición a los disruptores endocrinos y las enfermedades”. Al contrario achaca la proliferación de estas enfermedades al estilo de vida: consumo excesivo de alimentos y bebida, falta de ejercicio y tabaquismo. “Se hace extremadamente difícil de detectar en los estudios epidemiológicos cualquier contribución significativa a las enfermedades de los disruptores endocrinos”, sostiene este lobby en este documento.
La doctora Doris Rapp no duda en acusar de ‘bárbaros’ al Gobierno y a los lobbies químicos de su país, Estados Unidos. Considerada como la mayor experta mundial en la materia afirma que “están naciendo cada vez más bebés intoxicados, con plomo en la sangre. Lo absorben cuando aún son fetos a través de la madre. Ella, por supuesto, ni lo sospecha. Pero su hijo será un potencial candidato a sufrir hipersensibilidad a decenas de productos químicos y electrónicos”.
La doctora Pilar Muñoz-Calero es una de las víctimas en España de los disruptores endocrinos. Enfermó de sensibilidad química cuando tenía 43 años. En España no se sabía nada del tema y viajó a Atlanta, en Estados Unidos, donde comenzaron a sospechar cuál podía ser su dolencia. Tras empeorar ingresó en el Environmental Health Centre, en Dallas, donde se estuvo debatiendo entre la vida y la muerte siete meses. De la mano del Dr. William Rea aprendió los fundamentos de la Medicina Ambiental, y a partir de ese momento ha dedicado su vida, mediante la Fundación Alborada, al tratamiento, investigación y difusión de las enfermedades ambientales.
Ayuda para los ‘enfermos ambientales’
La Fundación Alborada es una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo mejorar la situación de las personas que padecen enfermedades ambientales en España y en la Unión Europea. En la actualidad lucha por una buena salud ambiental en cuatro niveles:
- Diagnóstico y terapia de enfermedades ambientales en el hospital ambulatorio de Alborada en un pueblo cerca de Madrid. Este hospital es una Unidad de Control Ambiental, donde los contaminantes químicos se reducen al mínimo para proteger a los pacientes.
- Programas de educación y capacitación en medicina ambiental para médicos y otros profesionales de la salud, incluidos cursos en cooperación con universidades, colegios profesionales, hospitales y asociaciones de médicos / pacientes. Fundación Alborada organiza el Congreso Internacional de Medicina Ambiental cada 2 años.
- Creación de campañas de sensibilización sobre los riesgos relacionados con sustancias químicas que interrumpen el sistema endocrino, pesticidas, materiales de construcción, materiales médicos, etc. Las campañas incluyen conferencias, talleres, cursos gratuitos, documentales, libros, comunicados de prensa, etc.
- Acciones con los gobiernos a nivel local, regional, nacional y europeo para mejorar las regulaciones y alcanzar un mayor nivel de protección para los ciudadanos.
Desde la Organización Europea de Consumidores (BEUC) se acoge con satisfacción el compromiso de la Comisión Europea de desarrollar una “estrategia para minimizar la exposición de los ciudadanos de la UE. BEUC ve “evidencias suficientes que vinculan a los productos químicos con los disruptores endocrinos causantes de trastornos severos en la salud de los ciudadanos. Menciona desde la infertilidad a las malformaciones genitales, la pubertad temprana, la obesidad, diferentes tipos de cáncer o serios trastornos de conducta.