El milagro alemán, al menos en las cifras macroeconómicas, ha alcanzado unos niveles impensables cuando se hizo la reunificación de Alemania en 1990. El último récord que batirá este año es superar a China, el coloso asiático, la fábrica del mundo, en superávit de la balanza por cuenta corriente, es decir en excedente de capital o lo que es lo mismo la capacidad de ser prestamista en el mundo por la gran cantidad acumulada de capital.
El IFO, instituto de investigación económica de Baviera y el más importante de Alemania, publicó ayer una nota en la que sostiene que Alemania superará a China como el campeón mundial de capital este año según los cálculos realizados por sus analistas. Alemania obtendría un superávit por cuenta corriente, que es aquella que contabiliza el saldo de la balanza comercial (la más relevante), más el de servicios y transferencias , de 310.000 millones de dólares, aproximadamente el 10% más que un año antes. Por su parte, la hasta ahora omnipotente China tendrá un superávit corriente inferior, concretamente de 260.000 millones de dólares, quedando en tercer lugar Japón, cuyo excedente de capital será de 170.000 millones según el cálculo del IFO. Los países petrolíferos se han hundido y han pasado de disponer dinero para todos a tener que pedirlo, como es el caso de Arabia Saudí, que hasta 2014 tenía un elevado superávit y tanto el año pasado como éste acumulará un notable déficit.
Está claro por consiguiente que el ahorro alemán supera con creces a su inversión y por ello se agradece que al fin, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, prometiera ayer una reducción de impuestos de 15.000 millones de euros en 2018 y de 2.000 millones el próximo años, confiando en que los alemanes aumenten de esta forma el consumo.
Las empresas alemanas son líderes mundiales en bienes de equipo y duraderos
El excedente alemán proviene fundamentalmente de la balanza comercial, con las empresas alemanas conquistando los mercados mundiales, con líderes en los principales sectores de bienes de equipo y de consumo. A junio de este año, el excedente conseguido con las exportaciones, ahora que restan menos las importaciones por la caída del precio del petróleo, fue de 159.000 millones de dólares, contrarrestados negativamente con sólo 6.000 millones de déficit de la balanza de servicios e ingresos del exterior (dividendos y otros). Este bárbaro excedente de capital conseguido con sus exportaciones hace pensar que el euro podría estar infravalorado.
Estos datos indican claramente que Alemania es ya un gran prestamista neto para el resto del mundo. A nivel interno, el país que dirige la canciller Ángela Merkel, tiene también un superávit en su Presupuesto, concretamente del 1,2% del PIB, y éste crece en ritmo anual por encima del 3%, extrapolando los últimos datos trimestrales. Con este panorama económico y con elecciones el próximo año, Merkel y los suyos no pueden permitir un ascenso de la ultraderecha como han visto en las última elección de un Estado oriental. Por esta razón y las presiones exteriores, el halcón Shaüble se ha visto obligado a anunciar los regalos fiscales.
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