Hace una semana se conoció un estudio científico cuyos resultados mostraban una situación dramática de los insectos, cuya extinción está alcanzando niveles que pueden originar un cataclismo para bastantes ecosistemas de la Naturaleza. Las razones principales del declive, un 41% del total en la pasada década, destacando un 53% en el caso de las mariposas en Reino Unido y un 68% en los que sus larvas son acuáticas, son la conversión de tierras para la agricultura intensiva y los contaminantes agroquímicos (pesticidas), además del cambio climático y las especies invasivas.
Este desastre medioambiental no tiene parangón en cuanto a declive de las especies si se tiene en cuenta que en el mismo periodo de tiempo el conjunto de todos los vertebrados es del 22%, casi la mitad que el de los insectos, y el siguiente grupo con más deterioro es el de los pájaros, con el 26%. Ante un ritmo de desaparición del 2,5% anual, que en 100 años supondría la desaparición total de la especie, Alemania, uno de los países más afectados según el estudio publicado, ha decidido tomar medidas legales de apoyo a los insectos, anunció ayer Svenja Scahulze, la ministra de Medioambiente.
El plan de acción para proteger los insectos dispondrá de un presupuesto anual de 100 millones de euros, con una cuarta parte dedicada a la investigación. El gobierno alemán tomará medidas legales para que se reduzca significativamente el uso de pesticidas y otras sustancias nocivas para los hábitats de los insectos, según el documento. El controvertido glifosato, uno de los herbicidas más utilizados en el mundo será prohibido antes de 2023, aunque para esa fecha es muy probable que la Unión Europea no le extienda la licencia, que renovó en 2017 por un plazo de cinco años. La aparición en los últimos 25 años de nuevos herbicidas, entre ellos los neonicotinoides y el finopril han tenido un efecto devastador sobre los suelos. España es el país con mayor consumo de pesticidas en la agricultura de la Unión Europea.
En el plan alemán también se contempla poner límites a la construcción y asfaltado en zonas propicias para el desarrollo de los insectos y también rebajar sensiblemente la contaminación lumínica para evitar la desorientación de aquellos. El impacto sobre el ecosistema de la Tierra de la rápida desaparición de los insectos es inmenso, poniendo en peligro a otros animales, como los pájaros, peces, reptiles y otros, cuya alimentación es muy dependiente de los insectos.